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31 de diciembre: Un día para agradecer

El año 2020 ha estado marcado por muchos momentos difíciles, por tal motivo es necesario que el 31 de diciembre sea un día para agradecer.

Pronto se acaba este año que ha sido difícil de definir, puesto que ha implicado vivir meses de cuarentena donde preservar la vida es lo más importante.

Ha sido un año para apreciar la vida, la familia, el hogar, el trabajo pero sobre aferrarse a la responsabilidad y el sentido común.

Vivir en medio de una pandemia no ha sido nada fácil, ha tocado aprender a trabajar la resiliencia, tolerancia, paciencia para entender que la salud es prioridad.

Cada profesional le ha tocado reiventarse, los docentes les tocó que abrir la privacidad de su hogar para enseñar en la virtualidad.

Dejar de sentir el calor de sus estudiantes y conformarse con redes sociales para compartir tareas, actividades, reflexiones, entre otros.

Del mismo modo, el empresario se reinventó, aquellos que pudieron readaptarse para salir adelante con su producción.

Mientras que otros han perdido mucho y apenas se están levantando.

Aunque los verdaderos héroes no tienen grandes capas, ni trepan edificios pero si salvan muchas vidas.

Efectivamente, se trata del personal médico y sanitario que aprendieron en los hospitales como campos de batalla a lidiar con un virus que acechó el mundo.

Muchos padres y representantes aprendieron a conocer a sus hijos, ayudándolos con sus tareas y descubrieron lo talentosos e inteligentes que son.

El sector económico tuvo su declive a raíz de tantas empresas cerradas, definitivamente, la pandemia frenó al mundo.

Indudablemente, fue una pausa obligada donde no había nada escrito, solo reinó la incertidumbre.

¡No todo está perdido!  

Aunque el año estuvo lleno de confusión e incertidumbres, es necesario revisar las lecciones aprendidas.

Quizás cada quien se hizo más fuerte, capaz de reinventarse, aprendió nuevas cosas desde un oficio o simplemente mejoró desde la distancia.

Ante todo este panorama el hecho de poder levantarse y poder respirar ya es un motivo para agradecer.

Si siempre hubo un plato de comida sobre la mesa, el 31 de diciembre es un día para agradecer.

De igual manera, si todos los percances fueron superados y hubo manos de buen corazón que colaboraron por el bienestar de la familia, el último día hay que agradecer.

Así mismo, si la familia en medio de la pandemia pudo reencontrarse para darse amor y cariño, es un día para agradecer.

Hay que agradecer la vida, el techo, las oportunidades, las experiencias aprendidas y las batallas ganadas.

Igualmente es un día para llamar, enviar mensajes, y promover los buenos deseos llenos de paz, amor, salud y generosidad.

Es un día para agradecer desde la reflexión, instrospección y hay que valorar el camino transitado en cada momento bueno y malo.

Los grandes seres humanos a veces surgen desde las situaciones difíciles, desde las dificultades.

El 31 de enero es un día para agradecer la posibilidad de llegar a un nuevo año, luego de un 2020 que generó tantos sentimientos encontrados.

En este orden de ideas, la actitud siempre es clave para sobreponerse a las dificultades propias.

Definitivamente, el 31 de diciembre es un día para agradecer desde la oración profunda en el encuentro de la familia, en la privacidad del hogar.

No hay que bajar la guardia ante la prevención del coronavirus, puesto que dada las circunstancias y las celebraciones con muchas personas puede ser realmente peligroso.

¿Qué se puede hacer el 31 de diciembre un día para agradecer?

Lo primero que se debe hacer si se vive con varias personas es delegar funciones de acuerdo a las habilidades y fortalezas de cada miembro de la familia.

Ordenar el espacio, limpiar, asear el hogar, arreglar todo para que generar un ambiente agradable.

Preparar alguna comida, en medio de esta emergencia no necesariamente debe ser algo exagerado.

Solo basta con que sea algo preparado desde el corazón y que sea del agrado de todos.

Se debe preparar la mesa, con algún mantel, de repente algunas flores o velas para crear un clima agradable.

Igualmente, cada miembro de la familia se puede vestir lo mejor posible, se trata de un compartir familiar y debe imperar el agradecimiento por las cosas buenas que pasan.

Es importante, que cada miembro de la familia prepare su lista de deseos desde tempranas horas y en los últimos segundos del año los piense.

Anteriormente se comían uvas por cada deseo, si se está alcance sería fabuloso, al final de cuentas lo que prevalece es el luchar por esas metas con actitud.

Hay familias que acostumbran decorar la mesa con objetos representativos por ejemplo la misma comida, licores, frutas, floreros, velas, todo esto es propicio para generar la armonía de la familia.

En estos momentos lo que cuenta es cuidarse lo más posible tal vez sea tiempo de evocar recuerdos en medio del encuentro familiar.

Rituales que no pasan de moda

Los seres humanos a lo largo de la vida asumen creencias que cada año para esta temporada las van haciendo cada vez más fuerte al practicarlas e incluso recomendarlas.

El 31 de diciembre es un día para agradecer no es la excepción, así que se activan estas supersticiones, algunas de ellas son:

Usar la ropa interior según lo que se quiera, por ejemplo si se desea amor se recomienda roja. Por otra parte, si se desea dinero es bueno usar algo amarillo.

Lo más usual es que las personas estrenen ropa, en señal de prosperidad y buena suerte.

Ahora bien, si uno de los deseos es viajar, los supersticiosos recomiendan sacar una maleta y recorrer las calles incluso puedes meter el pasaporte para ir a otras tierras.

Como ya me mencionó previamente, el 31 de diciembre es bueno limpiar la casa, ordenar, si es posible de adentro hacia afuera y para retirar las malas vibras.

Igualmente, se recomienda emplear algún desinfectante a base de canela o mandarina para generar un ambiente agradable.

Del mismo modo, una de las maneras de alejar las tristezas y lágrimas es lanzar un vaso con agua afuera de la casa.

Ciertamente, el ritual que más predomina para atraer la abundancia los 31 de diciembre un día para agradecer es comer las doce uvas previas a la medianoche.

Aunque en otros países las familias acostumbran a compartir lentejas para que no falte el alimento en todo el año.

Más rituales

Lo que si es necesario tener a la mano es la lista de deseos para pensar en ellos durante los últimos minutos del presente año, y recibir el nuevo con ellos.

Hay culturas en el mundo donde prefieren en esta temporada regalar pequeñas figuras de ovejitas para atraer abundancia a las familias.

En algunos países latinos como en Venezuela en los pueblos acostumbran a elaborar un muñeco del tamaño de una persona y quemarlo minutos antes de que acabe el año.

Se le conoce como quema del año viejo, por lo general surge de la creatividad de las personas y le colocan pólvora.

Por último, el mejor ritual para cerrar un año es desde la gratitud, agradecimiento y la oración en familia para recordar y valorar.

Finalmente, es un año que termina para iniciar uno nuevo donde es necesario seguir avanzando desde la resiliencia, templanza, fortaleza y paciencia.

Consultado en:

https://www.bbc.com/mundo/noticias-50961470

https://www.vanguardia.com/entretenimiento/galeria/rituales-para-cerrar-el-ano-y-comenzar-un-2021-recargado-MA3244097

Para mayor información:

https://mariacarolinachapellin.com/ 

https://mariacarolinachapellin.com/ecuestre/amazona-heroina-de-la-equitacion/

https://mariacarolinachapellin.com/ecuestre/bondades-de-la-equinoterapia/

https://mariacarolinachapellin.com/maria-carolina-chapellin/maria-carolina-chapellin/

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