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Síndrome de Bournot

Las complejas dinámicas humanas hacen que tanto hombres como mujeres experimenten en diferentes momentos diversas sensaciones, emociones y sentimientos. Ciertamente, el síndrome de bournot laboral o quemado laboral es una realidad.

En oportunidades la continúa exigencia, el desgaste físico, emocional y sobre todo el mental va deteriorando progresivamente a las personas.

Más aún, cuando en la dinámica laboral no hay el reconocimiento, estímulo y apreciación hacia el personal.

Es importante destacar, que en la concepción inicial el síndrome de bournot también se le conoce como síndrome del quemado o estar quemado en el trabajo.

Básicamente, este padecimiento implica que la persona experimenta un continúo cansancio en las áreas laborales.

Entorno al tema, uno de los aspectos que hay que que considerar, es que los estilos de vida influyen considerablemente.

Es por ello, que se recomienda que las personas realicen aparte del trabajo otras actividades que les permita el sano disfrute, esparcimiento y bienestar psicológico.

Ciertamente, este síndrome pueda dañar significativamente a los empleados que a diario lo padecen.

Es importante destacar, que entre los mayores síntomas que puede experimentar una persona son las crisis de ansiedad y la depresión.

¿Quiénes son los más vulnerables?

Las personas más vulnerables ha padecer este síndrome son profesionales de la educación, personal de ciencias de la salud como enfermeros, médicos, entre otros.

Igualmente, el personal que ejerce funciones como trabajadores sociales, entre otros.

Inicialmente, quienes padecen esta enfermedad manifiestan su malestar e incomodidad por la dinámica laboral, se quejan de sus rutinas y siente desánimo ante cambios.

Conforme a lo anterior, de no atenderse este síndrome a tiempo pueden aumentar los daños alterando lo físico, psicológico y social de las personas.

Sin duda alguna, las políticas y departamentos de recursos humanos en las empresas en los últimos tiempo han buscado medidas de cuidado y protección al personal.

Sin embargo, aún faltan muchos esfuerzos que ayuden generar bienestar laboral en los ambientes de trabajo.

Una nueva enfermedad reconocida

Las investigaciones dan referencia que este síndrome ha venido apareciendo, y es declarado como una enfermedad.

A lo menos así lo ha reconocido la Organización Mundial de la Salud o mejor conocida por sus siglas como OMS en el año 2019.

En este orden de ideas, el síndrome de bournot será agregado a la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud (CIE-11).

Síndrome de bournot
Síndrome de bournot

Factores que inciden en síndrome de bournot

Como ya se ha mencionado previamente entre los principales detonantes que hay detrás del síndrome de bournot es la dinámica laboral que a veces no es muy sana.

En oportunidades, las condiciones y el ambiente laboral va agotando progresivamente a las personas, entre exigencias, relaciones interpersonales nada agradables, y pocos incentivos económicos.

Generalmente, cuando el trabajo implica atender a otros como el caso de las ciencias de la salud y la educación se nota un mayor desgaste físico, emocional y mental.

A diferencia de trabajos que progresivamente el empleado puede tomar sus propias decisiones, tiene mayor autonomía, puede escalar, entre otros.

Otro factor importante que incide es que en algunas empresas se da poca prioridad a la formación del personal y mucho menos apoyo para que mejoren cada día.

En tal sentido, cuando un personal es reconocido, y además se le ofrece oportunidades para que se capacite puede hacer mejor sus tareas siendo eficaz y efectivo en su labor.

Ciertamente, cuando el ambiente de trabajo es pesado se genera un estrés crónico que va sumando para caer en el síndrome de bournot.

Aunque hay que aclarar que el estrés no siempre es tan malo como parece, puesto que a veces ayuda a que las personas desarrollen sus capacidades en menos tiempo.

A diferencia, cuando se habla de las personas con el síndrome de bournot, ya se trata de un malestar que va generando daños paulatinamente tanto a nivel físico, emocional y por ende social.

Más factores

Es necesario precisar, algunos elementos que inciden considerablemente en el síndrome de bournot:

La desorganización al momento de hacer tareas, las complicaciones y rutinas con exigencias para hacer alguna actividad en específico.

Uno de los aspectos que más angustia genera es el trabajador que cumple sus horas de trabajo y a veces la sobrecarga de trabajo lo obliga a continuar en su casa.

Igualmente, hay quienes ya tienen tareas predeterminadas y cuando se ausenta algún compañero asume la carga de esa persona.

Todas esas situaciones van sumando para agotar al personal de manera que llega a un punto donde colapsa totalmente y el bournot empieza a aparecer con sus síntomas.

Por otra parte, cada persona crea sus propios sueños, expectativas y tiene aspiraciones, en tal sentido al no satisfacerse esas prioridades va apareciendo el desánimo de manera progresiva.

Ciertamente, las incomodidades, el pésimo ambiente laboral y las situaciones conflictivas, van generando apatía y desánimo.

En consecuencia, si el empleado no realiza ningún cambio a su vida o no tiene otros espacios para liberar esas tensiones seguramente su salud empeore considerablemente.

¿Cómo identificar un posible paciente del síndrome de bournot?

 

Al presentarse el síndrome es muy común que las personas manifiesten poco ánimo, sentimiento de agotamiento, incomodidad e impotencia.

Igualmente, personas que presentan baja autoestima son las más vulnerables en desarrollar este padecimiento.

Es de hacer notar, que las personas que presentan este síndrome son poco entusiasta a desarrollar planes de realización personal o desarrollarse laboralmente.

Conforme a lo anterior, estos pacientes pueden experimentar angustia, les cuesta fijar la atención en las tareas, alteraciones en el comportamiento, malestar general, desvelos, poca proactividad durante la jornada laboral, apatía, poca tolerancia, entre otras.

Conforme a lo anterior, la prioridad es cuidar la salud física y emocional, es por ello, que hay que tomar algunas decisiones.

¿Qué se puede hacer?

Primero que nada hay que establecer límites, fijar prioridades, evitar saturarse de trabajo, tratar de organizarse mucho más para ser proactivos.

Ante la presencia de posibles síntomas asociados al síndrome de bournot es necesario buscar ayuda de los expertos de la salud, especialmente psicólogos, terapeutas, entre otros.

Igualmente, fuera de los horarios de trabajo debes evitar lo más posible tener contacto con información asociada al trabajo, esto implica no revisar correos, grupos, atender llamadas, entre otros.

En correspondencia hay que procurar ser buen administrador del dinero, para evitar cualquier preocupación por deudas.

Otro elemento que toda persona debe estar atento es a la salud, por lo tanto debe cuidar su alimentación, realizar ejercicios, emprender otras actividades para relajar la mente, entre otros.

Conforme a lo anterior, los expertos recomiendan que a veces es necesario cambiar de trabajo, aunque es difícil hacerlo.

Aún en medio del escenario, los cambios empiezan por uno mismo, es por eso que haciendo ciertos ajustes puede lograrse mejorar considerablemente.

Carolina Mirabal está muy consciente de todo lo que implica este tema.

Finalmente, se requiere trabajar en la prevención de este padecimiento que de forma muy callada puede detonarse en los empleados en la actualidad.