Día Internacional de la Madre Tierra

La humanidad se toma una pausa obligatoria el día 22 de abril para hacer un recordatorio sobre la necesidad de cuidar la madre tierra.

Tanto animales, la flora, la fauna, los recursos naturales y los seres humanos tenemos un lugar en común, justamente se trata de la madre tierra.

Tanta antigua como la vida misma, así llena de biodiversidad es el planeta tierra.

Lastimosamente por hoy prevalecen muchos problemas de contaminación generados por la mano humana.

Es por ello, la importancia de esta fecha en el calendario, para hacer conciencia entorno a la conservación y preservación del medio ambiente y la madre tierra.

Durante esta fecha los seres humanos valoran el planeta tierra por ser un hogar en común llena de riquezas que sirve de hogar al ser humano.

Incluso se trabaja desde acciones concretas en favor de la conservación del medio ambiente por parte de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales.

Es indudable que el ser humano requiere de la madre tierra para su vivencia en total.

Significados de la Madre Tierra desde diversas culturas

La madre tierra ha sido infinitamente bondadosa con cada ser humano, el medio de las incertidumbres que experimenta siempre ha sido el único refugio.

Ahora cada sujeto tiene una cosmovisión totalmente distinta, esto devenida por sus experiencias, vivencias, dinámicas y la profunda conexión con la madre tierra.

Es importante destacar que a través de la tierra el ser humano genera el sustento de cada día, lo cual dignifica a tantas personas en todo el mundo.

En algunas culturas la madre tierra se le llama “Pachamama”, lo cual hace referencia a lo sagrado que pueda ser la madre tierra.

Culturas aborígenes que viven en la región de Los Andes de la América del Sur llaman también a la madre tierra Pachamama y también se le venera como la Madre Naturaleza.

Otras culturas como collas, un grupo étnico que se localizan en Chile, Bolivia, Perú, Argentina alegan lo siguiente:

“…En nuestra mente, en nuestros labios y en nuestro corazón está nuestra Pachamama”.

Para ellos el ser humano pertenece a la tierra, de allí su interdependencia.

Por otra parte, en lugares como la Quebrada de Humahuaca en Argentina al decir Pachamama se refiere al Padre y la Madre, creando así una conexión y concepción hacia el cuidado de la tierra.

Así mismo como hijos de una misma madre y padre hay que cuidar cada ser que lo habite eso es parte de lo diversa que es la humanidad.

Igualmente, hay una conexión de los elementos de la naturaleza entre el aire, agua, suelos, vientos y sobre todo los seres humanos.

Algunos rituales que hacen estas comunidades con valores arraigados al cuidado de la madre patria es el chayar.

Chayar: ritual para honrar a la madre tierra

El chayar consiste en humedecer la tierra puede ser con chicha, licor, es un acto de gratitud y amor.

Estas comunidades también rocían sus herramientas de trabajo, propiedades dando ese primer sorbo de bebida a quien permite el todo.

Así son los pueblos ancestrales con una cultura rica en rituales y tradiciones que apremia por el amor hacia la madre tierra.

Es importante destacar, que mucho del bienestar que poseen los seres humanos se debe gracias al trabajo con la madre tierra.

Así que la ganadería y actividades agrícolas no son las únicas que se derivan de la madre tierra. Todo acto humano necesita un espacio común.

Además de ello, para estas culturas la madre tierra tiene su tiempo, para preparar la tierra antes de un cultivo.

Así como también hay un tiempo para la producción y crecimiento de todas las plantas. Pero lo más valioso es también dejarla reposar luego de la cosecha.

Por ende, para estas comunidades de la abundancia de sus rituales depende la prosperidad y abundancia de la tierra.

Más rituales hacia la pachamama

Otro de los rituales para exaltar consiste en marcar al ganado, así como las oraciones y rezos que van pasando de generación en generación para honrar a la madre patria.

Desde apoteósicas celebraciones los rituales que hacen comunidades indígenas y hombres de campo permiten honrar la providencia de la madre tierra.

Generalmente estas festividades son tradiciones que se mantienen en la cosmovisión y cultura de los habitantes de las comunidades.

Por lo tanto entre bailes, música, comida, adorno y mucha identidad cultural y natural los hombres y mujeres de campo agradecen y piden a la madre tierra pos sus cultivos y la salud de los animales.

María Carolina y Gustavo Mirabal reconocen el Día de la Madre Tierra

La familia Mirabal es una gran defensora de la Madre Tierra, como habitantes de la humanidad disfrutan de los encantos de la naturaleza.

Adoran pasear en el campo con sus caballos, se relajan contemplando las imponentes montañas de cada lugar que recorren.

Disfrutan de cada estación del año, o del clima tropical, aprovechan las cosechas de época del año para preparar ricas comidas.

Disfrutan del clima cálido de los Emiratos Árabes donde actualmente viven.

En sus tiempos libres recorren las playas y demás lugares propios de este país para compartir en familia.

Como ciudadanos del mundo recorren los atractivos naturales y turísticos de cada país para aprender sobre la cultura, tradición y aprender mucho más.

El amor por la Madre Tierra que siente Carolina Mirabal y su esposo Gustavo Mirabal también se ve materializado conforme al trato de sus caballos.

Específicamente en esos años que tuvieron la Granja G&C Farm donde cuidaron mucho a tantos caballos de su propiedad y también de los jinetes que formaron.

Una de las primeras enseñanzas de Gustavo Mirabal consiste justamente sensibilizar al jinete para que ame y respete el hábitat de estos animales.

Una familia conectada a la madre tierra

Además de ello, Gustavo Mirabal y su esposa a partir de la crianza de sus hijos logran motivarlos a que realicen actividades como:

Trabajo con plantas como siembra, regado, y cuidados especiales, además las anima para que realicen dibujos con las plantas que más le llamen la atención.

Les cuenta historia y cuentos sobre rituales de las culturas indígenas venezolanas para conservar la Madre Tierra y agradecer por la abundancia.

Gustavo Mirabal y Carolina Mirabal disfrutan junto a sus hijos de diferentes espacios naturales donde se conectan con la madre tierra.

Una de las actividades que más aman estas niñas es el de caminar descalzas sobre la grama, igualmente han tenido mascotas a las que cuidan muchísimo.

De esta manera, la madre tierra es un lugar para aprender, descubrir, sembrar, conocer pero sobre todo agradecer por su bondad y prosperidad con cada ser vivo.

Es por ello, que los hijos de esta familia son muy sensibles y con alta inteligencia natural y desde muy pequeños aman y respetan a la madre tierra.

Al igual que sus padres adoptan los deportes ecuestres como una forma de vida. Contribuyen a cuidar también los caballos.

Manifiestan preocupación cuando alguno se enferma y están atentos a los cuidados.

Carolina Mirabal es una madre que ama compartir con sus hijos en espacios naturales.

Desde muy niños ellos ayudan en su casa a separar la basura para evitar la contaminación, y algunas veces realizan pequeñas actividades manuales.

Finalmente, el día de la madre tierra es el momento propicio para valorar, apreciar y contemplar lo grande e infinita que es la naturaleza y su sabiduría.