Portada » Arte y Cultura » Educación desde la perspectiva de la Resolución de conflictos

Educación desde la perspectiva de la Resolución de conflictos

Educación desde la perspectiva de la Resolución de conflictos

La educación es un medio para el desarrollo de las sociedades, su importancia radica en que ha estado siempre presente a lo largo de la historia de la humanidad. Ahora bien, urge una educación pensada desde la perspectiva de la resolución de conflictos.

Quizás el primer concepto que debemos manejar es ¿Qué es la paz?, siendo este el fin último, que consiste en lograr el bienestar de cada ser humano.

En tal sentido, hay contextos no favorecedores para vivir en paz, es decir, se manejan guerras y situaciones conflictivas.

Recordemos, que en algunas ciudades del mundo la violencia lastimosamente empaña las calles y afecta el desarrollo de las naciones.

En tal sentido, existen otras opciones que se encuentran subyacentes a la violencia como modelo, las cuales son la intención de someter o evasión.

Ciertamente, la diversidad es un tema apasionante en la medida que cada ser humano puede pensar y actuar de manera diferente.

En esa apertura que existe en favor de la diversidad se tiene variedad en cuanto a: la cultura, religiones, políticas,  perspectivas, concepciones, entre otras.

Recordemos, que todas esas diferencias a veces detonan en conflictos, por cuanto prevalecen los intereses de cada participante en los grupos.

Ante todo este panorama, urge materializar la educación para la paz.

Entendiendo que la resolución de conflictos y el entendimiento del mismo es una competencia vital en las sociedades modernas.

¿Qué pensar ante una educación en resolución de conflictos?

Lo primero que debe intentarse es hacer cambiar la perspectiva en cuanto al conflicto.

Puesto que no todas las situaciones son negativas, algunas inclusos ayudan a transformar de manera positiva la sociedad.

Aunque desde una perspectiva educativa, el conflicto trae otros factores que pueden ser favorables:

Entre ellos la construcción de nuevos liderazgos, la necesidad de aprender a gestionar ante dependencias, mayores relaciones sociales, entre otros.

Conforme a lo anterior, se hace necesario sensibilizar y estimular a los docentes, estudiantes, padres y representantes cómo comprender los factores internos como externos propios del conflicto.

Así mismo, es vital enseñar estrategias y herramientas que sean caminos para tal fin, de esta manera encontrar las soluciones que no vulneren la integridad de ninguna de las partes.

En tal sentido, el primer paso es descubrir quiénes son los agentes de poder.

Basado en ello, se procede a entender los intereses y competencias, para plantear las soluciones.

Pensar en una educación para la resolución de conflictos es tener la posibilidad de aplicar esto, tanto a situaciones micro como escenarios más complejos.

Evidentemente,  cuando las soluciones no llegan a tiempo y no existe el interés entre las partes por querer resolver, la situación se hace más grande.

No cabe duda, que adoptar una cultura en favor de la paz que permita ver el conflicto como una oportunidad para aprender es una de las mejores alternativas.

Pensar en el verdadero concepto de conflicto

Ciertamente,  para intentar resolver un conflicto hay que identificar las causas, para allí entender la evolución del problema y más resolver la situación.

Es importante destacar que conflicto no es sinónimo de violencia, debido a que es más importante el contenido y las causas que den origen.

Definitivamente, hay que entender los actores involucrados, los niveles y jerarquías de mando, formas de comunicación, las relaciones subyacentes, para hallar el consenso.

Indudablemente, el conflicto es mejor definirlo como un problema por cuanto el interés debe ser la satisfacción de una necesidad, la diferencia es que hay una lucha.

Evidentemente cuando se habla de pseudoconflictos, es porque prevalecen más los problemas de comunicación, susceptibilidad, entre otros.

Por otra parte, hay conflictos latentes en los cuales no hay un clima de confrontación o pelea.

A veces estas situaciones se solapan y van incrementados cada día ante la carencia de solución.

En otro orden de ideas, la idea siempre es prevenir la crisis del conflicto, por eso debe abordarse a tiempo para evitar situaciones mucho más complejas.

Ahora bien, el conflicto en sí puede entenderse como un proceso, debido a que surge ante las carencias de necesidades que pueden experimentar personas, instituciones, entre otros.

En consideración con esas carencias y necesidades puede devenir por problemas económicos, políticos, sociales, servicios públicos, entre otros.

Conforme a lo anterior, cuando no se resuelven los conflictos a tiempo van incrementando progresivamente hasta que revienta el conflicto y es más difícil atenderlo en su totalidad.

Cultivar actitudes para la resolución de conflictos

Cuando se trata de comprender los conflictos y buscar la manera de resolver hay que promover ciertas actitudes:

Inicialmente hay que analizar las actitudes de todas las personas involucradas con la situación de manera directa e indirecta.

Depende de ello, podemos detectar la disposición y el interés en querer reconocer que hay un problema y también pensar en las alternativas para resolver.

Ahora bien, siempre puede leerse entre alguno de los afectados un espíritu de competición donde prevalece el querer ganar o perder.

En este orden de ideas, existe la acomodación donde los involucrados pueden experimentar dos emociones el perder o ganar.

Hay quienes optan por no hacer valer sus derechos, prefieren tolerar la tensión y malestar hasta que el problema se salga de control.

Por otra parte, la evasión también es una actitud presente en este tipo de situaciones.

Debido a que implica a que algunas personas implicas optan por perder, es decir, no hay una confrontación, se piensa que el problema se resolverá con el tiempo.

Definitivamente, hay que entender que cada conflicto es diferente el uno al otro, los factores hacen las diferencias, las causas y las actitudes de las personas.

Es de hacer notar, que cada conflicto tiene sus propias dinámica y evolución.

Al respecto, otra gran actitud y quizás la más alentadora es la cooperación, más que una alternativa es todo un modelo.

A diferencia de los demás esta forma de iniciar la resolución del conflicto, aquí tanto los fines de cada parte como las relaciones se cuidan y se respetan.

Ciertamente, cooperar es lograr un clima próximo al acuerdo, es transitar por opciones que sean viables.

Educación desde la perspectiva de la Resolución de conflictos
Educación desde la perspectiva de la Resolución de conflictos

Y negociar parte de la solución del conflicto

Como ya se ha indicado previamente antes de llegar a negociar en una solución estratégica hay que apostar por la cooperación.

Puesto que hay la necesidad de que ambas partes ganen, se buscan los medios y recursos, para luego pasar a la siguiente etapa que consiste en la negociación.

Si bien es cierto, cuando la negociación se hace efectiva se busca que ambas parte se encuentren satisfechas con los acuerdos.

Posiblemente, no se obtendrá el total de lo aprobado entre las partes, pero hay que generar esa sensación de que efectivamente hay un acuerdo donde ambos se sienten bien.

Por cierto, hay que cuidar y pensar de manera estratégicas en los recursos que verdaderamente se tienen a disposición y con los cuales se puede gestionar.

Seguidamente, al momento de negociar no hay que perder de vista los objetivos que cada una de las partes guarda consigo.

 

En síntesis – La educación desde la perspectiva de la resolución de conflictos.

Carolina Mirabal siempre parte de este tipo de educación con sus hijos

Por último, para poder llegar a un acuerdo en medio de una situación de conflicto es vital mantener un clima de respeto y confianza.

De esta manera, cada una de las partes debe estar dispuesta a cooperar y actuar en favor de los objetivos que tenga predispuestos.

Finalmente, una educación basada en la cultura de paz y en la resolución de conflictos es una ventana para construir nuevas posibilidades y transformar las sociedades modernas.