El arte de pintar mándalas
El arte y la cultura oriental tiene su propia historia y formas llenas de vida y con significados particulares. Tal es el caso de las mándalas.
Ciertamente, las mándalas son estructuras que cuenta con algunas figuras geométricas de manera concéntrica.
Es de hacer notar, que las mándalas que significan la composición fractal de todo el universo y en su esencia más pura la naturaleza.
Ahora bien, esta palabra de mándala tiene su historia en sánscrito y quiere decir círculo, lo cual quiere decir unidad.
Cabe destacar, que siempre debe imperar en las formas y colores de los mándalas la armonía así como la infinitud de todo el universo buscando siempre el equilibrio.
En favor de ello, debe reconocerse todos aquellos componentes y elementos visuales.
Una de las cosas que más distingue a los mándala de cualquier otro tipo de composiciones es la repetición de patrones geométricos.
Particularmente, la historia y los primeros antecedentes de este arte inician con la cultura oriental, donde más se destacó estas composiciones.
En este orden de ideas, las mándalas fueron creados para para calmar los pensamientos, tranquilizar la mente y relajar al cuerpo.
Meditar y pintar mándalas todo un arte
Así como los mándalas buscan siempre la paz y tranquilidad de las personas, la meditación siempre es un camino que busca el bienestar.
Por consiguiente, meditar y pintar mándalas es un estado o tiempo de paz y calma interior.
Conforme a lo anterior, para lograr meditar es saludable tener disposición mental.
Igualmente, la idea es lograr que tanto el arte de pintar mándalas como meditar se convierta en hábitos de cada persona.
Es por ello, que cualquier momento del día es la oportunidad perfecta para desarrollar estas habilidades y destrezas portadoras de toda una cultura posiblemente milenaria.
En otro orden de ideas, el fin último es promover sentimientos de paz en medio de las complicaciones y rutinas diarias.
Al respecto, cuando se medita o se pinta alguna mándala toda persona espiritualmente fortalece la paz, tranquilidad, calma, serenidad, energías, entre otros.
Se trata de hacer de estas actividades un hábito que siempre sea una experiencia de fe y conocimiento de sí mismo.
Volviendo la mirada, el arte de pintar mándalas y practicar la meditación coadyuva a mejorar la salud física, en algunos casos ayudar a regular la presión arterial.
Adicionalmente, estás actividades tiene un efecto que incide considerablemente a aliviar el estrés así como la frecuencia cardíaca.
De conformidad con lo planteado, quizás el mayor propósito de llevar a cabo estás actividades es lograr que la mente, el cuerpo y el espíritu estén en completa tranquilidad y estabilidad.
En otras palabras, una mente tranquila tiene más y mejores pensamientos sobre las situaciones diarias para la toma de decisiones habituales.
Bondades de los mándalas
Con una amplia historia los mándalas han sido parte de la historia de la humanidad, sobretodo en la cultura budista.
Conforme a lo anterior, estos diseños siempre se han percibido como un instrumento que conecta con la paz, tranquilidad, serenidad, paciencia y energía.
Aunque, esta tradición ya recorre todo el mundo y ha logrado ser practicada por personas de todas las edades indistintamente de la nacionalidad, cultura o cualquier otro factor.
En otro orden de ideas, en lugares como el Tibet los mándalas se hacen con arena, se trata de una labor de entrega, compromiso y real mística de los monjes de este lugar.
De conformidad, el Tibet hace de los mándalas todo un ritual fascinante que mezcla el respeto, la fe, el fervor y el arte desde el empleo de materiales como arenas, piedras y colores.
Ciertamente, en el Tibet cuando se elaboran mándalas se estructura en cuatro cuadrantes y el arte de cada monje llega para colorear las figuras.
En acto seguido, luego que se totaliza la obra de arte desde el cuidado y trabajo impecable, los monjes lo destruyen en señal de fin del todo.
Y para totalizar el evento, la arena coloreada es reunida, guardada en un envase y se vierte sobre algún río para que se integre nuevamente a la naturaleza.
Todo esto en señal, del avance y permanente evolución de los seres como ciclo de la vida.
Antecedentes de Mándalas en América
Al parecer, la historia de los mándalas tambien guarda un poco de relación con el continente americano.
En virtud de que, hay indígenas que dejaron parte de su historia grabada en mándalas.
Particularmente, se ha determinado que los indígenas en los Estados Unidos de Norteamérica y Canadá elaboraban unas figuras que eran llamadas ruedas de sanación.
La estructura de esta figura comenzaba en un círculo central elaborado con piedra.
al mismo tiempo estaba conectado a otro un poco más grande unido con radios o líneas divisoras, igualmente la piedra era el material de mayor uso.
Por consiguiente, los mándalas que se hacían en América Latina tenían representación de los puntos cardinales (oeste, este, norte y sur).
Así mismo, donde reposaban estas figuras se consideraban lugares sagrados para iniciar cualquier actividad o ritual.
Del mismo modo, siempre es recordado el antiguo Calendario azteca que hoy constituye a Mesoamérica, donde también se conocieron los mándalas.
Si es común que este calendario también tuviera un círculo en el centro y desde allí se representaran otras formas importantes, las cuales se van repitiendo.
En líneas generales, cuando se colorea un mándala siempre se genera paz, calma, serenidad y espiritualidad.
De esta manera, siempre es hacer de esto un arte, bien sea usando colores, acuarelas, acrílicos o cualquier otro material que permita dar color.
De lo espiritual o a lo terapeútico
El reconocido Carlo Gustav Jung durante muchos años estuvo estudiando en profundidad los mándalas y sus beneficios terapeúticos.
Conforme a lo anterior, detectó que todo depende de un primer círculo ubicado en el centro, que pueden ser círculos o polígonos.
Posteriormente, se van incorporando otras pero quizás el círculo predomina entre la figura más importantes.
Ahora bien, la interpretación que hace este conocido experto de las ciencias de la mente es que representaban al inconsciente colectivo.
Además, simbolizaba el ser en su máxima expresión, por tal motivo era recomendado el uso terapeútico de estos mándalas.
De allí, que es beneficioso para tratar asuntos emocionales, que les cuesta a las personas expresar a través de esta representación.
Finalmente, los mándalas son una estrategia fabulosa que debe ser practicada a lo menos en algún momento por todas las personas.
