El arte del barismo
Una de las bebidas más exquisitas del mundo es sin duda alguna el café, la cual es una mezcla de olor, sabor e historia. Hoy el barismo es un arte que acompaña este sabor.
El barismo para muchos es un arte y para otros se trata de técnicas que permiten mejorar la presentación de un buen café.
Ahora bien, este arte surge en Europa en el siglo XIX en medio de un escenario con una amplia demanda.
En este ambiente, la producción no cumplía con la rapidez que se requería, es allí cuando un italiano crea una máquina para facilitar esta tarea.
Angelo Moriondo Turín es el creador de la máquina que cambió la historia del café, desde la producción del grano hasta lograr la calidad.
Hasta la presente, el arte del barismo implica capacitarse, es un arte que tiene sus propias técnicas, principalmente poder elaborar un café espresso con máquina.
Si bien es cierto, el café implica aprender a dominar los métodos para preparar esta bebida con toda una historia que conecta sabores, recuerdos, historia y por supuesto cultura.
Ahora bien, barismo implica considerar aspectos del café como su textura, espumosidad, calidad y variedad de café que existen.
Quizás el mayor conocimiento importante es aprender a usar la máquina del café para aprovechar sus bondades en favor de preparar esta bebida y complacer paladares del cliente.
El dominio de este arte inicia con aprender a seleccionar los granos de café, puesto que de allí depende la calidad en cuanto a sabor y calidad del mismo.
Ciertamente, hay que comprender las particularidades de cada café, si se trata de una especialidad o es comercial.
Si se va a preparar un café de especialidad, implica que éste es de especie arábica, y como puntuación mayor a ochenta (80) puntos.
Así mismo los granos deben tener gran calidad, esto depende sólo del grano y los estándares que manejen.
Generalmente, cada país tiene sus propias instituciones que tienen políticas y procesos para conceder avales y certificaciones en materia de calidad del café.
En otra perspectiva, cuando se trata de un café comercial son aquellos que se consiguen con más facilidad en tiendas y mercados, es decir, no son de especialidad.
Es importante destacar, que todo café comercial, es más robusto, no siempre están certificados los granos, pueden haber varios tipos de granos de café.
De igual forma, estos granos a veces son tostados con azúcar.
Otro aspecto para considerar sobre el arte del barismo es la trazabilidad, que se refiere a conocer muy bien el café para preparar mucho mejor la bebida.
Entre los aspectos a considerar es que todo barista debe conocer el país de donde proviene el grano de café, y más aún la región y lugar específicamente.
Además, siempre es importante conocer el tipo de suelo y la calidad, la nota de cata, detalles de la cosecha, entre otros.
Por lo general, esta información debe estar contenida en el empaque de café.
Conforme a lo anterior, cuando se prepara café, todo barista es bueno que tenga métodos sobre la extracción del café.
De igual forma, las mejores prácticas en cuanto al manejo de la máquina de espresso, los tuestes del café y manera correcta de almacenar el café para evitar cualquier daño.
En correspondencia, es muy común la práctica de tostar el café en casa, es por ello, que debe ser guardado de manera hermética y en una temperatura modo ambiente.
Por otra parte, detrás de un buen café hay una buena preparación en máquina, un excelente molino, entre otros detalles.
Al emplear la máquina debe tener la temperatura necesaria, para evitar que los granos de café se vean considerablemente afectados y por ende la bebida quede con un mal sabor.
Conforme a lo anterior en el arte del barismo del café hay algunos detalles que son muy importantes, entre ellos:
Se debe verificar muy bien las cantidades de café, la temperatura del agua, su canalización ya como bebida para lograr una buena bebida con calidad.
Ciertamente, preparar un buen café implica talento, conocimientos, habilidades y destrezas que pueden manejarse con mucho profesionalismo.
Aunque está muy de moda hacer figuras en el café, siempre hay que recordar tanto el calor de la temperatura como la textura de la leche.
Precisamente, se debe trabajar en el vertido del café, sabor idóneo, pero también el detalle visual.
Ciertamente, todo importa a la hora de consumir un buen café con calidad que sepa complacer paladares y ser el motivo de muchos para reencontrarse en un lugar agradable.
No cabe duda que el arte de preparar café es todo una habilidad, donde todos los ingredientes tienen gran importancia para dar un magnífico resultado.
Se trata de saber combinar los ingredientes perfectos desde aromatizantes, esencias, licores, chocolate y tipos de leche para crear una bebida fascinante de alta calidad.
Es importante destacar, que la suma de este proceso implica el detalle del arte latte, que es un complemento que cada día gana más seguidores.
En síntesis, preparar un buen café es todo un arte, que implica usar adecuadamente la máquina de espresso, el amplio conocimiento del grano y la información que hay detrás de ello.
Así mismo, saber preparar increíbles recetas con los ingredientes adecuados, con sus dosis precisas para otorgar calidad al producto.
Un buen café es todo un proceso que se aprecia y valora desde la perfección de sus ingredientes, colores, aromas y sabores.
De cierto modo, tener la posibilidad de honrar un buen momento con un estupendo café es una experiencia cautivante y estimulante.
No se puede perder de vista, que todo buen café tiene una historia emotiva que evoca a un lugar, un período, un ritual, una cosecha, manos laboriosas que trabajan en favor de un grano de calidad.
Quizás es necesario enseñar a los sentidos para que aprendan a disfrutar de un buen café que tiene un color, una textura perfecta, un olor fascinante y un sabor indescriptible.
El café es quizás la bebida que mayor se consume, pero su elaboración es todo un arte que atrapa a profesionales para crear una experiencia única que queda en la memoria sensorial de sus consumidores.
A Carolina Chapellin le encanta el arte del barismo y endulzar el palador con el sabor singular del café.
Finalmente, en un café se tejen historias, se piensan en buenas ideas o se calman las emociones de allí que este arte debe ser reconocido y valorado.
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