Equitación Infantil

La práctica de un deporte a edad infantil es una de las mejores actividades con la que puede crecer los niños. La equitación es una excelente opción.

Ante todo la equitación es más que un deporte, para los aficionados significa arte y pasión.

Es de hacer notar que la equitación es una actividad que es rica en tradición y cultura, por lo tanto se lleva a cabo en muchos países.

Del mismo modo, la equitación es base para otras actividades ecuestres.

Por lo tanto, iniciar a los niños en la equitación es una decisión muy importante debido a la gran diversidad de beneficios que esta actividad trae consigo.

En el caso de Carolina Mirabal y Gustavo Mirabal ellos desde muy niños se iniciaron en este fabuloso mundo.

Para ambos casos sus padres los llevaban y acompañaban siempre durante los entrenamientos.

Con el paso del tiempo ambos sintieron motivación por el salto de obstáculos donde se desarrollaron como grandes deportistas por un buen tiempo.

Igualmente, para mantener viva la tradición familiar, los hijos de la familia Mirabal en oportunidades practican la equitación para fortalecer su espíritu, mente y cuerpo.

Volviendo la mirada hacia la equitación infantil, sus mayores aportes están vinculados al área física y psicológica.

A nivel mundial hay diferentes eventos y actividades que se llevan a cabo para promover la equitación infantil, permitiendo su enseñanza de manera más disciplinada.

En países como España la iniciación de la equitación empieza desde los tres años a cinco años.

Todo depende de la intención de la práctica de la equitación si es con fines recreativos, competitivos o para el desarrollo de la salud como en el caso de la equinoterapia.

Ahora es necesario conocer algunos beneficios de la equitación infantil:

Desarrollo del área física

La equitación infantil y todo el conjunto de actividades que se derivan de su práctica permiten fortalecer el área física.

Específicamente, todo lo relacionado a los músculos favoreciendo de esta manera el movimiento.

Es importante destacar, que con el desarrollo de la equitación infantil se logra que los niños mantengan mejor el equilibrio, la postura corporal y la orientación espacial.

Además de ello, permite desarrollar una gran coordinación infantil en las edades comprendidas entre 3 a 12 años.

Por consiguiente, también en el campo de las actividades ecuestres, prevalece la equinoterapia.

Cuya intención consiste en intervenir a aquella población que presenta algún tipo de afectación desde el punto de vista físico o también mental.

Por lo tanto, ya con un sentido más terapéutico es mayor el beneficio puesto que es una actividad organizada, dirigida y orientada hacia el bienestar del paciente.

Activación concentración y atención

El arte de la equitación es todo una hazaña que requiere de una excelente coordinación en el binomio jinete – equino.

Por tal motivo en la equitación infantil, poco a poco se van desarrollando en cada entrenamiento las destrezas y las técnicas que son necesarias.

Además de ello, como cualquier otro deporte se requiere de mucha disciplina, dedicación, esfuerzo, resistencia, persistencia en su práctica.

Igualmente la equitación infantil permite mantener al niño atento a los movimientos del equino, para lograr esa armonía perfecta en el binomio ya descrito anteriormente.

Algunos expertos recomiendan que aquellos niños que presentan problemas de hiperactividad y déficit de atención practiquen este tipo de deportes para un mejor desarrollo infantil.

Beneficios psicológicos y afectivos de la equitación infantil

Conforme al desarrollo psicológico y afectivo que experimentan los niños que practican la equitación, inician con el contacto permanente con el caballo.

A tal fin uno de los mayores beneficios es el desarrollo de la autoestima, recordemos que ésta se trata de la valoración que tiene cada ser humano de sí mismo.

Por ende, el hecho de que un niño logre a través de la equitación infantil mejorar su autoestima le permitirá sentirse seguro, valorado, y con mucha confianza de sí mismo.

Es de hacer notar, que otro de los beneficios es el autocontrol porque ayuda a que el niño desde muy pequeño pueda mediar sus propias emociones y sentimientos.

De allí la importancia de que el niño desarrolle la equitación a temprana edad para que pueda de forma paulatina hacerse de autoconfianza, seguridad, independencia y autonomía.

En consecuencia, cuando un niño práctica la equitación lo ayuda a estar atento a su cuidado, respeto, y genera una conexión basada en la empatía para ir conociendo las emociones del animal.

Sencillamente, el contacto entre el ser humano y la naturaleza conformada por fauna y flora siempre va a ayudarlo a serenarse y sentir más paz y tranquilidad.

Desarrollo de la inteligencia natural

Dentro de las teorías de Howard Gardner expresa que los seres humanos nacen con capacidades y destrezas distintas.

Por lo tanto, una de ellas es la inteligencia natural que básicamente busca ordenar los elementos del medio ambiente para luego hallar los elementos y relaciones entre sí.

En virtud a ello con la práctica de la equitación en los más pequeños se busca que ellos desarrollen la inteligencia natural con mayor facilidad.

Así mismo a través de la equitación infantil los niños pueden reconocer los elementos naturales, precisar sus características y detalles.

Además de ello, podrá crear una conciencia netamente ambientalista en favor de proteger y cuidar todos los seres vivos.

Recomendaciones para el desarrollo de la equitación infantil

Una vez que el niño se interesa por la equitación y manifiesta su gusto hacia el desarrollo de estas actividades hacia sus padres, lo más sano es iniciarlo de manera responsable.

Es por ello, que debe buscarse alguna escuela formal de reconocida experiencia y calificada para la enseñanza de la equitación infantil.

Posteriormente, debe asegurarse los padres que dentro de las instalaciones de esta escuela de formación de la equitación se disponga de caballos pequeños acordes al niño.

Otro de los aspectos más importantes a considerar, es que el personal que se ocupe de enseñar tenga las competencias y el conocimiento necesario para el desarrollo de la actividad.

En tal sentido a medida que el niño esté en los entrenamientos podrá de forma paulatina desarrollar las habilidades y destrezas.

Por lo tanto, de manera gradual aumentará la complejidad y exigencia en el deporte, y podrá participar a mediano y largo plazo en eventos de acuerdo a su nivel de aprendizaje y destreza.

En otro orden de ideas, es importante que el niño reconozca y aplique las medidas de seguridad para practicar la equitación.

En virtud a ello, siempre es recomendable el uso del casco para proteger la cabeza de cualquier caída o golpe.

Así como en el caso de los zapatos se recomienda el uso de botas de caucho, por ser cómodo y ligero y además bastante práctico.

Otro de los aspectos importante a considerar es la comodidad ante la práctica de la equitación infantil.

Es por ello, que se puede emplear camisas, franelas pero es importante que proteja todo el brazo.

Un poco sobre la iniciación a la equitación infantil

Como todo proceso formativo y cualquier actividad deportiva que se aprende el proceso es gradual y acorde al niño.

Por lo tanto, en la iniciación en la equitación infantil se inicia con la socialización al caballo, y esto se logra con el contacto al animal.

Igualmente se aprende el uso adecuado de las riendas, posición correcta del cuerpo sobre el caballo.

Posteriormente se van haciendo pequeños desplazamientos, y formas distintas de la marcha.

Lo más idóneo es buscar personal capacitado y con amplia experiencia para enseñar lo que es la equitación como deporte en lo más pequeños.

Por último, la iniciación de los niños en un deporte como la equitación favorece el desarrollo integral del pequeño.

Es una experiencia que le permite hacerlo más fuerte, seguro, con confianza, empatía e incrementa su bienestar psicológico.

Además de ello, que fortalece la musculatura gracias a los múltiples ejercicios que se hacen a lo largo del proceso.

Finalmente, como cualquier otro deporte implica desarrollar la paciencia, disciplina, constancia, responsabilidad pero lo más importante el respeto hacia el mundo natural.