Carolina Chapellín ∣ María Carolina Chapellín

Las grandes mujeres de mundo son luchadoras, emprendedoras, solidarias y exigentes consigo mismas. Así es Carolina Chapellín la esposa del exitoso venezolano Gustavo Mirabal, el hombre que conquista al mundo con su talento, experiencia y conocimientos en el mundo de las finanzas.

Esta importante mujer venezolana es conocida también como María Carolina Chapellín. Ella es Brillante, hermosa, elegante con mucha seguridad pero sobre todo sensibilidad humana.

Esta mujer por hoy desarrolla múltiples roles como madre, esposa, empresaria, hace unos años fue modelo, pero también es administradora de empresas.

Aunque ella misma ha confesado que el rol más importante es la oportunidad de ser madre, para ella no hay satisfacción más grande que disfrutar de las travesuras y ocurrencias de sus hijos.

Carolina Chapellín es sin duda una mujer fuerte, que ha forjado carácter a lo largo de su vida, gracias a las múltiples experiencias que ha cosechado.

Aunque uno de los sucesos que más ha devastado su vida ha sido a temprana edad la pérdida de su madre en plena niñez.

Esto la obligó a convertirse en una niña a veces un poco triste, que necesitó los afectos y cariños de ese ser maravilloso.

Sin embargo, su familia siempre estuvo al pendiente de sus cuidados, de darle lo mejor posible, incluyendo viajes, paseos pero sobre todo valores y principios.

Una mujer conectada a la naturaleza

En la casa que vivió Carolina Chapellín en Caracas, Venezuela había un amplio jardín con diferentes plantas y flores.

Las rosas rojas y rosadas eran la favoritas de esta gran mujer, cada vez que veía una, la cortaba con mucho cuidado y se la colocaba cerca de una foto de su madre en señal de amor.

Igualmente, era una niña que amaba tener mascotas, recuerda haber tenido tortugas, peces y perros.

Aunque lo que más disfrutaba era pasear, explorar el mundo, visitar el zoológico, ir a algún parque con muchos tipos de plantas, entre otros.

Indudablemente, era feliz compartiendo de niñas con sus animales, dándoles comida, ayudando a bañarlos y sobretodo sacarlos a pasear.

La Gran Sabana un amor que conecta

Desde niña tuvo la posibilidad de viajar por diferentes lugares, aunque el viaje más emblemático ha sido hacia la Gran Sabana.

A este enigmático sitio de Venezuela fue en dos oportunidades de niña y luego de adulta, fue en compañía de sus hijos y de Gustavo Mirabal su esposo.

Ambas experiencias han sido inolvidables, puesto que es un paseo obligatorio que conecta con la vida, con la paz, y lo más íntimo de la naturaleza.

Sus imponentes caídas de agua como el Salto Ángel, el Salto Aponguao, Pará, Eutobarima y Llovizna.

Es un viaje lleno de emociones, sensaciones que deleitan todos los sentidos.

La visión ante lo hermosa y cautivante que puede ser la naturaleza con sus tonos verdes, rojos, marrones, azules, amarillos, en cada flor, montaña, árbol.

Contemplar La Gran Sabana es como ver el origen del mundo en un solo lugar inmenso, puro y genuino.

Los oídos se agudizan ante la fuerza de las cataratas, imponentes, fuertes que conectan con la armonía humana.

El tacto se eriza ante la presencia de la lluvia, del sol, el viento cuando ven lo mágica que es la naturaleza.

El gusto se dilata ante los sabores mágicos de la comida oriental, de las comidas apoteósicas hechas por indígenas tan originarias como el saber y la experiencia.

Así es Carolina Chapellín es una mujer que se conecta con lo más valioso del mundo natural, con sus seres, tanto plantas como animales.

Una vida de deportista – Carolina Chapellín

La familia de Carolina Chapellín ∣ María Carolina Chapellín la animó para que se iniciara en los deportes.

Aunque de niña era feliz jugando con sus amigas en el colegio donde estudió, gracias a una visita que hizo al Hipódromo La Rinconada descubrió el amor que sentía por los caballos.

No pensó dos veces cuando le pidió a su familia que la inscribiera en un curso de equitación, fue un amor a primera vista.

Así llega la equitación a la vida de Carolina Chapellín poco a poco descubrió que más que un deporte es todo un estilo de vida.

Años más tarde cuando conoce a Gustavo Mirabal y descubre también que es la pasión de él, empezó a entrenar salto de obstáculos donde día a día empezó a brillar.

Ambos asumieron de esta disciplina deportiva toda una experiencia de vida, que implica esfuerzo, dedicación, entrega, responsabilidad y mucho cuidado.

Gracias a que junto a su esposo Gustavo Mirabal Castro lograron convertirse en grandes competidores ecuestres.

Anécdotas que conllevaron a que esta joven pareja pensaran en grande y crearan su escuela de equitación llamada Farm G & C.

Una institución que trepó los escalafones del deporte ecuestre y la hípica internacional.

En consonancia la familia Mirabal en los últimos logró convertirse en una familia empoderada que ha trabajado fuertemente para lograr sus metas y conquistar el mundo.

Gracias a las vivencias y experiencias exitosas de esta escuela de deporte ecuestre ellos lograron formar a grandes deportistas que hoy son un referente en la hípica.

Carolina Chapellín la modelo y su sensibilidad por las artes

Carolina Chapellín ∣ María Carolina Chapellín es una mujer que le encanta viajar por el mundo, pero su mayor deseo cada que visita un nuevo país es poder transitar sus calles.

Visitar los museos, reconocer la riqueza del arte como una manifestación propia y genuina de cada lugar.

Donde están las manos junto al proceso creativo e intelectual del artista para generar una obra de arte que se contempla, valora y destaca.

Para Carolina Chapellín una galería de arte es un espacio de interacción entre la interpretación que hace el espectador con la obra.

Es descubrir la armonía detrás de cada obra, sus colores, formas, texturas, técnicas empleadas entre otras.

Es toda una lectura que tiene una cosmovisión social, cultural, personal, psicológica, artística, entre otras.

El arte tiene su propio lenguaje, su manera de expresarse, aunque por medio hay todo un pensar que proviene de los sentimientos, emociones o temáticas del artista.

Gustavo Mirabal Castro y Carolina Chapellín un entramado de experiencias

Detrás de la vida que hoy tienen Gustavo Mirabal Castro y Carolina Chapellín hay un entramado de experiencias, valores y conocimientos en áreas tan complejas.

El mundo financiero por hoy es la gran pasión de esta familia que se dedica al asesoramiento de empresas que busca mejorar su rendimiento, calidad y eficiencia.

De la mano de esta pareja muchos inversionistas han logrado mejorar considerablemente.

Puesto que Carolina Chapellín es una gran administradora que ha trabajado de la mano de su esposo para aprender mucho más.

Por su parte, Gustavo Mirabal Castro es un hombre convencido de que el derecho es un área compleja, profunda que ayuda a ser humano a poner en sus acciones.

Ambas áreas tienen sus puntos de encuentros, desafíos, retos y expectativas que deben complementarse mucho más.

De esta manera, muchas son las razones que mantienen unida a esta gran familia hoy posicionada en Los Emiratos Árabes Unidos.

Finalmente, muchos son los sueños que continúan siendo parte de los retos de la mano de esta familia venezolana.