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Carolina Mirabal una mujer sensible a las artes

El arte ante todo es un medio de expresión que permite animar, sensibilizar, y exponer sentimientos, emociones, cosmovisiones, valores y perspectivas. Carolina Mirabal es una mujer sensible a las artes que disfruta como espectadora.

Las artes son la excusa perfecta para reunir a propios y visitantes, hay quien hace artes, hay quien disfruta de las artes.

También hay curiosos, críticos y curadores. Sin embargo, disfrutar de las artes es el motivo que anima a Carolina Mirabal y Gustavo Mirabal a visitar museos, galerías y cualquier otro lugar donde las artes sean el motivo.

Las artes atrapan con sus formas, colores, líneas, técnicas, dimensiones, pensamientos, ideas, materiales, sueños, entre otros.

En tanto, los anteriormente señalados son  elementos que constituyen la personalidad del artista y que queda impreso en cada obra.

Ciertamente, las obras de artes  bien sea visuales, escénicas y musicales une personas en un mismo punto de encuentro.

Todo con el firme propósito de lograr desconectarse de lo cotidiano.

De esta manera, se le da paso a la creatividad, ingenio, imaginación para generar nuevas emociones, sensaciones y vivencias.

Así mismo, disfrutar de las artes implica sensibilizar los sentidos, agudizarlos para percibir cada forma, color, línea, mancha y objetos. En virtud a ello, todo es parte de la obra.

No hay nada más interesante que el espectador logre interactuar con la obra desde esa interpretación. Es una clara invitación a descubrir las miradas e impresiones que dejó el artista en la obra.

Las artes escénicas un motivo para Carolina Mirabal

Carolina Mirabal es una mujer que desde niña le inquietaron las diferentes manifestaciones artísticas.

Quizás la motivación y el estimulo que tuvo desde niña la hizo descubrir su pasión por las diferentes artes, de hecho recuerda con gran nostalgia su paso por la primaria.

Donde disfrutaba de hacer pequeñas dramatizaciones, recuerda las rondas infantiles, los cuentacuentos, los círculos de lectura infantil, entre otras actividades.

Todas estas experiencias la hicieron inmensamente feliz.

Amó bailar el sebucán,  la burriquita, la llora, los cantos de galerones, el joropo venezolano, el tamunangue,  calipso de El Callao y los tambores de la costa venezolana.

En algún momento de su infancia se animó a estudiar y practicar ballet clásico, donde aprendió disciplina, confianza, seguridad en sí misma, dominio de la escena, entre otros.

Ahorita como madre, anima a sus hijas a conocer poco a poco todas estas manifestaciones culturales  de artes escénicas.

Más aún aquellas que son parte de sus raíces como venezolana.

Puesto que para ella, es muy importante  que sus hijas sienta ese sentido de pertenencia con la identidad nacional y el patrimonio cultural.

En este orden de ideas, la mejor herencia que estos venezolanos les deja a sus hijos es creer en sus principios y valores.

Todos esos elementos que son parte de la identidad nacional y así proyectarlos en cada lugar del mundo.

Conforme a lo anterior, la mejor carta de presentación de estos venezolanos es su esencia como seres humanos, definidos por sus buenas acciones en concordancia con su sistema de creencias.

Así mismo ser ciudadanos del mundo, los hace sensibilizarse ante otras manifestaciones artísticas, aprender otras culturas, respetarlas, honrarlas, identificarlas, valorarlas y ser parte de ellas si es posible.

Ser madre y promover las artes escénicas

De cierta manera, las artes escénicas hoy en día siguen jugando un papel importante en la vida de la familia Mirabal.

A través de actividades cotidianas con sus hijas referidos a: títeres, marionetas, entre otros y más ahorita en tiempos de pandemia.

Quizás una de las riquezas emotivas de los tiempos de pandemia ha sido tener en casa a sus hijos y disfrutarlos desde la posibilidad de hacer experimentos, crear títeres y jugar con ellos.

A Carolina Mirabal le encanta la idea de poder  desarrollar la imaginación, creatividad, fantasía, la inventiva desde las artes escénicas como excusa con sus pequeños hijos.

Debido a que las artes escénicas, de alguna manera confluyen todos los elementos de las artes, de hecho es una de las más completas dentro de este mundo.

Por cuanto, requiere de la música, la expresión corporal, y las artes visuales para la construcción de la atmósfera o escenografía necesaria.

En algún punto de esta historia, la venezolana ha pensado en que sus hijos como actividades extra cátedras tomen clases de teatro y danzas con  la intención de hacerlos más sensibles a este mundo.

Una mujer que disfruta el sonido y los silencios en la música

Los seres humanos a lo largo de la vida estamos conectados con el sonido y los silencios, desde que somos vida en el vientre sentimos lo que ocurre a nuestro alrededor.

En algunos casos logramos identificar voces, sonidos así como el silencio de un mundo desconocido.

Una vez que el ser humano nace se conecta de forma progresiva con los códigos, palabras, significados que hay detrás de la lengua materna.

Así mismo, la música es parte de nuestras vivencias, visitar el campo, conocer el canto de los pájaros, pensar en silencio, disfrutar el ruido de las olas golpeando el mar, entre otras.

Se trata de poder y saber escuchar, sin duda alguna en estos tiempos de pandemia la venezolana se ha refugiado en la música para calmar su mente ante el distanciamiento social.

Cada nota musical una intención

Así mismo, la música afina el alma, aquieta las emociones y calma los enojos.

Es un lenguaje universal que no tiene fronteras, que en ocasiones logra identificarse con los sentimientos y emociones de cada persona.

La música relaja, sorprende, anima y motiva, es por ello, que siempre Carolina Mirabal ama tantos ritmos y géneros.

En sus años de estudiante de administración de empresas amaba la música en ingles, pop, rock, jazz, entre otros géneros musicales.

Inicialmente, le encantaba la música tradicional de su país, puesto que la hace evocar sus mejores años en Venezuela.

También ama el tango argentino, los pasodobles, flamenco español y la samba brasileña.

En la actualidad, se encuentra aprendiendo música árabe para ir conquistando más el idioma puesto que aún está viviendo en Los Emiratos Árabes Unidos.

Ciertamente, las artes musicales conectan con lo cotidiano, un instrumento musical es capaz de transformar momentos, situaciones y emociones.

La música tiene la magia para inspirar, para recordar y despertar esas vivencias que son parte de cada ser humano.

Carolina Mirabal una mujer sensible a las artes

Carolina Mirabal es una mujer que sabe apreciar el alcance que tienen las diferentes manifestaciones artísticas en todo tiempo.

Cada una de las artes han permitido que a lo largo de la humanidad, cada sujeto pueda expresarse, mostrarse ante el mundo en su individualidad.

Es importante destacar, que los artistas cada uno en su proceso creativo saben imprimir su personalidad en sus productos, su firma, su esencia y la percepción o cosmovisión con que se sienten motivados.

Al respecto, las artes permiten sensibilizar y transformar la sociedad en la medida que es un punto de encuentro para las personas en todas las edades.

Las artes siempre incluyen, suman, motivan, afinan sentido, promueven la conciencia, el sano disfrute y bienestar, es una mezcla de visiones que se ponen en la sociedad en todo tiempo.

En definitivo,  es una mujer que sigue siendo sensible a todas las artes, y hoy trata de promover ese mismo interés con sus hijos y personas más cercanas.

El mundo de las artes debe disfrutarse con frecuencia, debe motivar, promover, despertar el interés, la curiosidad pero sobre todo la capacidad de asombro.

Finalmente, las artes es un medio de expansión de cada ser humano, siempre va a tener un punto de encuentro, de inicio, desarrollo y fin donde todo tiene lugar, hay nuevos sentidos y significados que son indispensables.

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