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Historía de la Joyería

Historía de la Joyería

Las prendas y los accesorios siempre han acompañado el buen gusto de las civilizaciones, es por eso que la joyería tiene su propia historia.

El mundo de la joyería va de la mano con una labor minuciosa llamada orfebrería, la cual es todo arte que implica paciencia, técnica y buen gusto.

En favor de ello, el ser humano cuida de su apariencia personal y busca mantener el buen gusto para adaptarse a cada situación.

Por lo tanto, las joyas tienen su propio significado, guardan historias y cultivan lo mejor de los relatos y personajes de la familias.

Desde un reloj, zarcillos, anillos, cadenas, prendedores y coronas de la realeza, cada una primero ha sido un diseño, y luego una pieza trabajada.

Ciertamente, la historia reporta que las primeras prendas son de la Edad de Piedra, más específicamente, en el período Paleolítico.

Evidentemente, fue una tarea tal vez muy rudimentaria, con implementos naturales, haciendo uso de minerales para tener un aspecto diferente de lo demás.

Igualmente, hay que considerar que las primeras prendas se emplearon como amuletos y talismanes, muy pocos realmente cumplian una función decorativa.

Es muy posible, que estos adornos eran elaborados usando como materiales de referencia huesos, conchas, piedras, entre otras.

Un gran segundo paso, el metal

Luego de que los primeros materiales empleados en la joyería sean huesos y piezas, el ser humano conoció los metales, dando paso a la Edad de Bronce.

Por lo tanto, la joyería sumaría a esta imponente labor este material para crear objetos más fuertes y con mejor forma.

A partir de este momento, la joyería tenía otras formas abriendo camino a lo que hoy conocemos como orfebrería.

De esta manera, ya el metal ganó terreno y fue una señal de poder, nobleza y clase en las sociedades.

Así fue como el oro, la plata y el bronce fueron metales característicos que se acentuaron en distintas piezas como pulseras, colgantes, coronas, entre otras.

Conforme a lo anterior, entre mayor nivel adquisitivo se tenía, mayores eran las cantidades de oro que se mostraban en cada prenda y accesorio.

Por otra parte, los joyeros y maestros en orfebrería la han tenido un poco fuerte, puesto que han tenido que hacer sus propias herramientas y maquinarias para dar vida a su labor.

Afortunadamente, la tecnología ayudó un poco a cultivar esta labor, debido a que pudo crear maquinarias, herramientas y demás instrumentos para facilitar este gran oficio.

Quizás uno de las mejores invenciones sea pasar del diseño bidimensional a aplicar por

retoques más a lo tridimensional y apreciar mejor detalles más cercanos a la realidad.

Un mundo, una joya

Cada prenda seguramente guarda lo mejor de la esencia de quien la elabora, pensando en los significados para quien la porta.

Ciertamente, detrás de la joyería hay un oficio ampliamente reconocido que implica sensibilidad y pasión artística.

Puesto que es descubrir la pertenencia de una piedra a un material.

Es saber fusionar el conocimiento, la belleza con los materiales a usar, una joya ante todo debe vestir, mostrar color, forma, grandeza y perfección.

En consonancia a ello, ya la Antigua Grecia empleaba las piedras preciosas para complementar la belleza de una joya.

Por cierto, el ámbar era una de las piedras que acompañaba la mayoría de prendas y joyas de quienes ocupaban cargos importantes en la sociedad.

Igualmente, ya algunos usaban adornos para el cabello, mostrando jerarquías y poder dentro de la población.

Por ende, las piedras preciosas están obligatoriamente asociadas a poder, nobleza, linaje, entre otras cualidades.

En otro orden de ideas, en el Antiguo Egipto la fascinación era total hacia el brillo y esplendor por el oro muy cercano al sol.

Recordemos que el oro siempre ha tenido como cualidad deslumbrar y cautivar la vista de quienes lo observan o lo portan.

Por hoy, muchas de las tumbas y restos arqueológicos muestran hermosas piezas de oro que se exhiben en los museos de todo el mundo y provienen de la historia de la joyería en Egipto.

Recordemos que faraones, sacerdotes y escribas eran los que más usaban oro en su vestimenta como parte de sus atavios corporales.

¿Y las culturas precolombinas?

Como se ha visto hasta la presente, la joyería y especialmente la olfebrería es una labor que comunica significados.

Es de hacer, que es un lenguaje construído que empieza con la sabia naturaleza y el poder de los seres humanos para poder hacer arte desde sus implementos y conocimiento.

En virtud a ello, aunque nuestros indígenas tenían su propia cosmovisión y hábitos de vida, con la llegada de Cristóbal Colón se abre un nuevo capítulo importante.

Efectivamente, en América se encontró muchas piedras preciosas, incluyendo oro, que luego fue llevado a Europa en pago a deudas para ser usado por la corona.

De conformidad con lo planteado, a lo largo de la historia y evolución de la sociedades latinoamericanas, no hay una historia completa en detalles que guarden precisión de lo extraviado.

Puesto, se perdieron muchas joyas, adornos que reposaban en templos y objetos que tenían incrustaciones que pertenecían a estas culturas precolombinas.

Definitivamente, las mujeres de la cultura precolombina usaban prendas entre ellos:

Pendientes, collares, pulseras y además hacían perforaciones en la nariz y labios para usar piedras preciosas y metales.

Aunque también las piedras preciosas se complementaban con conchas, metales, plumas, entre otras para hacer sentir la jerarquías y poder también en hombres.

Estas culturas tenían sus propios rituales, ceremonias, historia y cosmovisión sobre la vida, dioses, entre otros.

Cada tribu perfeccionaba el arte de crear piezas con un valor único y característico, propio de la cultura de cada región y los elementos a su disposición.

 

Miradas y significados detrás de la joyería

La joyería y orfebrería es un oficio que demanda creatividad, sensibilidad, riesgo, sentido estético, entre otras cualidades.

Igualmente, es una labor costosa pero que esconde belleza, nobleza y otorga grandes significados e historias en quienes portan una prenda.

Volviendo la mirada hacia las culturas precolombinas, se tiene conocimiento de que el oro, para los aztecas provenía del excremento de sus dioses.

Particularmente, en Chavín en Perú existen interesantes hallazgos sobre piezas de oro de los mochicas.

Como se ha mencionado previamente, cada cultura hizo lo propio para diferenciarse de otras teniendo presente sus propios recursos y materiales otorgados por la naturaleza.

Es de hacer notar, que en América del Norte se empleaban las plumas del quetzal, que en su mayoría era parte de la vestimenta de los nativos en rituales y ceremonias.

Cabe destacar, que aún sigue siendo un gran misterio la famosa leyenda del Dorado sobre aquella ciudad escondida llena de oro y demás piedras preciosas.

Aunque realmente, se ha encontrado el oro en algunas prendas en combinación con otros materiales en la culturas precolombinas.

Por cierto, así como se empleó diferentes materiales en la historia de la joyería y orfebrería, cada cultura desarrolló sus propias destrezas y habilidades para crear sus piezas.

Carolina Chapellin sabe la importancia de la joyería para complementar un look.

Finalmente, la joyería es parte de esas grandes historias de poder que es parte de la evolución de la humanidad.