Inteligencia Emocional

Las capacidades humanas han sido desde hace muchos años el objeto de estudio de muchos científicos. Hoy en día se habla que en el ser humano existe la inteligencia emocional. Es importante destacar, que en la actualidad existen diversas ciencias y disciplinas científicas que buscan explicaciones acerca del funcionamiento del cerebro.

Justamente, la psicología, áreas específicas de la medicina como neuroanatomía, neurofisiología, psiquiatría. Además psicología, buscan las explicaciones necesarias para entender el pensamiento y la conducta humana. A partir de allí formulan sus teorías producto de profundas investigaciones para entender al ser humano como unidad biopsicosocial.

Es así como la inteligencia emocional surge en las nuevas interpretaciones, para descubrir de qué manera los sentimientos determinan las actuaciones de cada sujeto. Por ende la forma en que nos relacionamos con otros depende mucho de la forma en que reaccionamos a las emociones producto de la cotidianidad.

Del mismo modo, también hay un proceso de interpretación que surge desde el conocimiento que se tiene sobre las emociones de otro. En esta perspectiva el ser humano desde épocas muy remotas se ve en la necesidad de adaptarse a los factores del contexto donde hace vida.

¿De dónde venimos y para dónde vamos con la inteligencia emocional?

Anteriormente y actualmente en el campo específico de la psicología como ciencia que estudia el comportamiento humano se había preocupado por medir la inteligencia. Y a partir de ese valor, determinaba la mayoría de las veces el comportamiento de cada sujeto.

Conforme a ello, el valor de esos test era un indicador para identificar comportamientos, ideas y formas de actuar del sujeto. El ser humano es más que un resultado de un test, puesto que los estímulos del ambiente, las motivaciones y circunstancias lo ayudan a evolucionar.

Es así como la teoría de la inteligencia emocional se popularizó de la mano de su creador Daniel Goleman. Para este importante científico, las emociones son parte de las decisiones, conductas y comportamientos humanos.

Así que el saber actuar con inteligencia y hacernos consciente de esas emociones ayuda mucho a crear mejores relaciones interpersonales y ambientes exitosos. Conviene pues que al ser humano desde edades tempranas aprenda a reconocer las emociones, a describirlas y comunicarlas para trabajar en ellas desde autocontrol.

Detrás de la inteligencia emocional

Quizás uno de los procesos más difíciles que experimenta el ser humano es la capacidad de auto conocerse. Es decir cuestionarse así mismo haciéndose preguntas como ¿Quién soy yo? ¿Cómo soy? ¿Qué siento ante tal situación? y así sucesivamente.

También dentro de los patrones de crianza, se nos han establecido diferentes mensajes de actuar de determinadas maneras sin hacernos conscientes y pensar sobre lo que sentimos. Volviendo la mirada hacia la inteligencia emocional, el autoconocimiento consiste en reconocer los que sentimos y aquellas situaciones que nos emocionan.

Posteriormente, descubrir la forma en la manera en que afecta nuestra actuación. Es posible que el ser humano se preocupe más por la forma en que es aceptado por lo demás y que la propia aceptación y conocimiento de sí mismo.

El enfoque anterior lleva incluso a pensar que es necesario posponer en ocasiones decisiones complejas, puesto que el estado de ánimo cuando carece de racionalidad puede afectar. Una vez que somos capaces de reconocer lo que sentimos ante las situaciones, es indispensable recapacitar, para poder actuar sin perder el control.

Estos procesos requiere actuar mucho desde la consciencia, el actuar desde el aquí y ahora. El saber detectar el lado positivo y negativo de cada suceso, es aprender a ver las situaciones desde otras perspectivas más saludables. En otras palabras, cada situación detona una serie de sentimientos y emociones, pero de cada uno depende discernir que tanto nos concentramos en ella, o más bien en actuar.

Inteligencia Emocional. Conexión del corazón con el cerebro — Inteligencia Emocional

La inteligencia emocional y lo que decimos

La capacidad de autocontrol está relacionada en la manera como se usa la expresión oral, importa mucho el tono, la forma y los gestos con que se producen las palabras. De allí, que la inteligencia emocional tiene relación con la inteligencia verbal donde demuestran las pruebas que algunos individuos se entrelazan estos constructos.

Automotivación

Cuando las emociones tienen un fin concreto se puede decir que existe motivación, las metas están dirigidas hacia el logro venciendo los obstáculos y las limitaciones. Los seres humanos es una oportunidad, deben ser capaces de mantener la motivación ante las situaciones, de allí depende su constancia ante las dificultades y metas.Este factor es fundamental porque impulsa la confianza y seguridad permitiendo la pro actividad.

La Empatía como factor fundamental de la Inteligencia Emocional

Las relaciones interpersonales tienen su base en cómo se interpreta el lenguaje corporal entre las personas, ya sea en forma inconsciente o no verbal. Justamente la empatía tiene que ver con esa capacidad en que una persona se pone en el lugar de otra.

Así mismo, intenta percibir lo más posibles sus emociones y sentimientos. Más allá de percibir, se trata de comprender las emociones y sentimientos de otros. Cuando se hace el reconocimiento de las emociones logramos acércanos a nuestros semejantes, y así podemos identificarnos mejor.

Importancia de la inteligencia emocional en las relaciones interpersonales

Generalmente los ambientes de trabajo por sus propias dinámicas y ritmos diarios, se generan eventos donde se nota mucha tensión, exigencia, que requieren del uso de mayor inteligencia emocional.

En tal sentido, lo mejor es lograr relaciones laborales estables, dando prioridad a un buen desempeño laboral, de allí es importante que la comunicación sea lo más asertiva posible. Justamente es allí donde la clave es la inteligencia emocional, donde cada persona se sabe auto controlar, se conoce así mismo, y sabe dirigirse a otros.

No sólo las dinámicas de trabajo que se generan en un ambiente laboral son las únicas a las que estamos acostumbrados. El ser humano es por su naturaleza un ser social que interactúa en un contexto donde hay normas, reglas, costumbres y esa socialización hace que existan procesos de comunicación.

En este orden de ideas las habilidades sociales, tiene que ver con la capacidad que tenemos para escuchar atentamente a otros. Igualmente, poder llevar a cabo una conversación con otro, dirigirnos con preguntas y palabras precisas para mantener el interés en esa temática.

Así mismo, las habilidades sociales buscan ante todo la asertividad, que es esa claridad en los mensajes que damos, manteniendo el respeto hacia el otro. De manera que también ante situaciones difíciles la negociación como capacidad y habilidad social depende mucho de la inteligencia emocional.

Esa negociación busca tener una postura para hallar soluciones y lograr el bien común. En oportunidades los seres humanos en dinámicas sociales cometen errores, y asumirlos con responsabilidad para pedir disculpas, también es una habilidad social. Si bien todo este grupo de habilidades sociales nos hace más seres humanos.

Por último la inteligencia emocional es…

A tal fin la inteligencia emocional se construye todos los días, en la medida que somos capaces de reflexionar por nuestras actitudes, sentimientos y emociones. Esa permanente construcción es parte del crecimiento humano y desarrollo personal que cada individuo enfrenta.

Del mismo modo la inteligencia personal es determinado por las experiencias que vive, y la forma como se relaciona con los demás, así mismo la manera como se conoce así mismo para intentar comprender a los demás

Finalmente, el ser humano seguirá siendo un objeto de estudio como se dijo anteriormente, pero las formas en que se relaciona con otros dependen mucho de sus emociones.