Caballo Aveliñes

Los caballos como seres vivos guardan una serie de características que les permite diferenciarse unas razas de otros. Tal es el caso del caballo aveliñés, que tiene su propia historia y personalidad.

Quizás pensar en caballos es recordar un poco la historia del mundo, y saber que las mejores batallas y guerras de la antigüedad se dieron en compañía de estos ejemplares.

Además, el ser humano  en medio de sus necesidades e intereses ha buscado la manera de aprovechar las ventajas de las diversas razas para poder tener mejores especies.

Sin duda alguna, el caballo ha sido un  animal noble que se ha adaptado a cada tiempo  y ha sido un fiel testigo de la evolución de la humanidad.

Ahora bien, el caballo aveliñes es procedente de Italia, de una provincia llamada Bolzano, al mismo tiempo, allí se encuentra el municipio Avelengo.

Este lugar es el escenario para el origen del caballo Aveliñes, Avelignese o Haflinger.

Es importante destacar que esta localidad es pequeña, posee veintisiete kilómetros cuadrados y hasta hace unos  años su población no sobrepasaba las mil personas.

Particularmente,  la historia de este animal tiene que ver con la edad media, y está relacionado a los linajes provenientes del continente asiático.

Conforme a lo anterior, se tiene un poco de precisión sobre el origen de este animal que se remonta al año 1874.

De allí se sabe, que hay un primer cruce entre la yegua indígena y el semental bereber.

Por cierto, esta raza en particular se cría desde su ambiente natural en estado salvaje.

Hacia una caracterización del caballo Aveliñes

Hasta los momentos se sabe que el caballo aveliñes tiene características, que lo diferencian de otros ejemplares por lo siguiente:

Inicialmente, este caballo es un pony solo que sus extremidades y talla grande. Igualmente, el pelaje tanto en la cola como en la melena.

Además este ejemplar conserva una cabeza y rasgos armoniosos y dan pie a un perfil rectilíneo.

Ahora bien,  esta raza posee una mácula blanca en la cara, lo cual es una cualidad que facilita el reconocimiento en comparación con otras razas.

Conforme a la personalidad, este animal es dócil, tranquilo, sereno y fácil de conducir para algunas actividades ecuestres.

Ciertamente, por ser un animal grande posee una alzada que puede sobrepasar con facilidad los cientos treinta y cinco centímetros.

Es importante destacar que los ejemplares de esta raza, son sencillamente hermosos, con una fuerza, ímpetu y brillo que los hace únicos.

Otra gran cualidad de estos animales es que pueden alcanzar los cuarenta años,  siendo muy favorable para sus propietarios.

En oportunidades, pueden disgustarse con gran facilidad y comportarse de manera testaruda, todo va a depender de los estímulos que tenga a su alrededor.

Una opción para los deportes ecuestres

Los caballos aveliñés es un ejemplar, con unas cualidades que lo hacen una excelente opción para desarrollar diferentes actividades ecuestres.

Más aún si se trata de carreras, debido a que sus características le son favorecedoras para este tipo de actividades.

Ciertamente, este animal es también es un excelente aliado para actividades que estén relacionadas con niños.

En líneas generales, es un animal dócil, tranquilo, sereno que puede adaptarse con facilidad a prácticas ecuestres.

Como ya se mencionó previamente, esta raza de caballos ha logrado ganar espacios en toda Italia, debido a sus cualidades y la historia que hay detrás de ella.

Así mismo, la fortaleza, brillo, elegancia, calma, adecuado temperamento, tonos, color y precisión en sus pasos lo hace un animal con muchas posibilidades para diferentes tareas.

Ahora bien,  este animal tiene varias ventajas que le permiten sobresalir de otras razas conocidas, entre ellas se puede destacar:

En un primer momento, el caballo aveliñés  por ser una raza que se cría generalmente en zonas montañosas logra desarrollar mayor fortaleza.

La pasividad de los campos lo hace un animal fácil de cuidar y atender que también puede ocuparse para actividades vinculadas a paseos, recorridos, travesías, entre otros.

Además su alimentación no es abundante,  lo cual permite un mantenimiento y cuidados no tan complejos como otras razas.

A Carolina Mirabal y a Gustavo Mirabal les apasiona el mundo ecuestre y su interés en aprender de cada una de estas razas de equinos que existen a lo largo y ancho del planeta.

Finalmente, el caballo aveliñés es una raza maravillosa que cada día sorprende con su semblanza.