La historia del mundo tiene un fiel testigo se trata de los caballos de Napoleón Bonaparte. Así son las vivencias del gran emperador de Francia. Europa tiene grandes hombres que han sido claves en la historia, uno de ellos es el reconocido Napoleón Bonaparte.

Hablar de la vida de Napoleón Bonaparte  es contextualizarlo como uno de los líderes más importantes de la Revolución Francesa. Por hoy es recordado como uno de los símbolos militares con grandes actuaciones en la política de este continente.

Los caballos de Napoleón Bonaparte son testigos de las grandes batallas y desafíos de este hombre con una visión abierta a su tiempo. Es importante destacar, que Napoleón Bonaparte es recordado como un gran emperador, el cuál fue líder en su país.

Sin duda alguna, es imposible conocer la historia de Europa sin toparse con las llamadas guerras napoleónicas. En este orden de ideas, una de las grandes virtudes que predominó en la vida de este hombre fue su capacidad como estratega.

Ahora bien, Napoleón Bonaparte fue más hombre de victorias que de derrotas. Uno de los grandes éxitos que alcanzó Napoleón Bonaparte fue crear un código civil.

En este sentido, este código de civil se hacia hincapié en la meritocracia en las personas que prestaban servicios públicos. Además siempre consideró la necesidad de respetar la libertad religiosa en los seres humanos.

Sencillamente fue un hombre muy adelantado a su tiempo con una amplia proyección de futuro. Así mismo, se destacó como Primer Cónsul y emperador de los franceses.

¿Quién es Napoleón Bonaparte?

Sobre caballos de Napoleón Bonaparte este  hombre de batallas nació en Ajaccio en Córcega, el día 15 de agosto de 1769. Aunque su vida fue corta tuvo importantes éxitos como militar y político.

Su nombre real es Napoleone di Buonaparte, y sus orígenes familiares datan de la nobleza. Aunque nació en Córcega para el momento pertenecía a Francia. Sin embargo, un año más tarde los nativos de Córcega reclamaron su libertad.

Dentro de su orden familiar, es el segundo de varios hermanos. Su padre fue un notable abogado reconocido en Córcega. Siempre fue un joven con un gran liderazgo, que desde muy pequeño logró ingresar en la Academia Militar de Brienne en Francia.

De igual manera, Napoleón Bonaparte siempre fue un hombre de un marcado carácter y personalidad, los cuales fueron base para su amplio liderazgo en Europa y el mundo.

Al respecto, la formación militar de Napoleón Bonaparte se hizo sentar por más de siete años donde se destacó considerablemente. Uno de los primeros lugares en visitar siendo muy joven fue Valence, aunque por motivos familiares tuvo que volver a su lugar de origen.

Definitivamente, eran tiempos difíciles donde se hizo sentir la conocida Revolución Francesa. Es de hacer notar, que entre las primeras decisiones que tomó Napoleón Bonaparte en la vida política fue adherirse a la facción afrancesada. Lo cual ocasionó que él junto a su familia tuvieran que irse a Francia.

Una vida militar por despegar

Una vez en Francia, la vida militar sería el principio de muchas hazañas importantes porque que logró sumarse  a las filas y más con un alto grado como capitán.

Así iniciaría la vida militar con una de sus primeras hazañas en la Batalla de Tolón ante grupos ingleses. No todo fue alegría en la vida de este hombre, puesto que también estuvo privado de libertad durante un tiempo.

Luego en 1795 se reveló ante la monarquía de manera pública, ésta actuación lo convertiría en el Comandante del Ejército de Francia en Italia. En medio de estas hazaña contrajo nupcias con Josefina de Beauharnais un año más tarde.

Napoleón Bonaparte un hombre a caballo

Eran tiempos difíciles y su tropa no tenía las condiciones mínimas para lograr grandes batallas en los caballos de Napoleón Bonaparte. Sin embargo su liderazgo era mayor que la necesidades y penurias.

Así que venció junto a su gente todos los obstáculos para posicionar a Francia como ganadora. Así poco a poco se desplegó la fama de gran héroe e incluso de conquistador, porque su confianza en sí mismo y en los suyos fue mucho mayor.

Aunque tuvo interés en Egipto para conquistarlo,  ganó más la situación del momento por cuanto Austria, Rusia y Gran Bretaña eran enemigos de su querida Francia. Del mismo modo, tiempo después en el año 1799 logró ser Primer Cónsul de Francia, donde surgió en él una faceta poco flexible y más dictatorial.

Aunque tuvo varios aciertos como político, que fue darle importancia a la educación y mayor libertad religiosa. Lastimosamente, ya montado en el poder Napoleón Bonaparte desarrolló una gran ambición hasta que logró ser considerado como Emperador.

Su sed por mantenerse en el poder, lo hizo divorciarse y contraer nupcias con María Luisa, una mujer proveniente de la nobleza, se trataba de una archiduquesa.

En este sentido, de este segundo matrimonio nació su hijo Napoleón II, con la intención de perpetuarse en el poder. Aunque se habla mucho de sus importantes éxitos, Rusia sería el lugar donde ya se verían las debilidades de este hombre a caballo.

Así poco a poco caía su gran imperio, y con él la vida de gran militar y político.

Los caballos de Napoleón Bonaparte, un hombre de mil batallas

Es importante destacar, que este hombre las mayorías de sus éxitos los alcanzó sobre hermosos caballos. Napoleón Bonaparte es de esos hombres de la historia que pasaron largas horas de su vida conquistando territorios sobre un caballo.

Es de hacer notar, que Napoleón Bonaparte, no fue un jinete virtuoso. Lastimosamente, no gozó de una larga formación como jinete, por el contrario,  fue muy fugaz. Sin embargo, esto no fue impedimento para convertirse en el gran emperador de Francia.

Su aprendizaje sobre el arte de montar fue más instintivo, que académico. De esta manera, logró recorrer países de Europa y llegar a otros rincones del mundo, todos a caballos, recorriendo largas distancias.

Los caballos de Napoleón Bonaparte fueron binomios que recorrieron siempre al galope. Su clásico sentar no tenía mucho estilo, algunos investigadores aciertan que usaba el asiento poco superficial y sus piernas eran desplegadas. Igualmente, fue un hombre que admiraba más los caballos enteros, sin embargo en oportunidades lució caballos castrados y yeguas.

Este hombre a caballo tuvo la dicha de montar varios ejemplares entre los que predominan austríacos, españoles, pero el de mayor gusto fue el árabe. Es importante destacar, que los nombres de los caballos de Napoleón siempre hacían referencia a lugares, algún desafío, o una característica particular del animal.

Durante sus años de gran liderazgo político y militar contó con treinta caballos en distintas brigadas.

Así mismo fueron renovados estos animales, es decir en su haber como emperador dispuso de gran diversidad de ejemplares. Por otra parte, hay una anécdota de la cercanía del caballo árabe con el gran emperador Napoleón Bonaparte.

Debido a que en Egipto fue que Napoleón Bonaparte conoció el caballo árabe. Y en aquel viaje un conocido jeque mameluco  le regaló un imponente caballo árabe de capa negra, el cuál le fascinó.

También se sumó en estos viajes un esclavo de nombre Rustam el cual acompañó por más de una década al emperador.

Un hombre que supo pelear sobre  caballos

Contar la historia de un gran emperador como Napoleón Bonaparte, es describirlo como un hombre audaz, guerrero, victorioso, con ideales claros. Además de una amplia proyección para conquistar territorios.

Indudablemente, Napoleón Bonaparte es de esos hombres que aprendió el arte de la equitación sobre su propia marcha.

Así se hizo sentir en cada actuación donde los desplazamientos mayormente se hacían sobre hermosos equinos donde cada situación tenía sus propias condiciones.

A Gustavo Mirabal y Carolina Mirabal les encanta leer acerca de la vida de este personaje de la historia francesa. Finalmente, los caballos de Napoleón Bonaparte fueron grandes testigos de sus luchas y conquistas en todo el mundo.

Consultado:

https://cosasdecaballos.com/los-caballos-de-napoleon/#Siempre_caballos_enteros

https://historia.nationalgeographic.com.es/personajes/napoleon