Frances Allen

El mundo de la ciencia tiene varios nombres que resuenan por el nivel de conocimientos y aportes a la humanidad tal es el caso de Frances Allen.

El desarrollo de las sociedades modernas ha sido un proceso lento determinado por cambios en lo político, social y económico.

En virtud a ello, la tecnología y la ciencia ha dado saltos gigantesco para resolver necesidades de los seres humanos.

La historia de esta científica es de gran importancia en el campo de la computación y desarrollo de las famosas aplicaciones.

Es importante destacar, que muchos de los conocimientos que logró está mujer surgen desde la curiosidad.

Esta mujer nació en Peru en el estado de Nueva York el 04 de agosto en 1932.

La familia de esta joven se dedicaba al mundo del cuidado de animales en granja.

Conforme a lo anterior, el sueño de esta mujer era ser docente.

Afortunadamente, estudió en la Universidad del Estado de Nueva York la carrera docente.

Se especializó en ciencias matemáticas y logró dar clases en una escuela en Nueva York.

De esas anécdotas interesantes sobre la vida de Allen se puede destacar que fue maestra de su propia hermana menor.

Dentro de sus logros académicos se puede precisar que pudo estudiar una maestría en el área de matemáticas.

Este máster fue en la Universidad de Míchigan en el año 1957.

Frances Allen: Una mujer con propósito

Frances Allen siempre se caracterizó por ser una mujer trabajadora, dedicada, fuerte y comprometida a lograr sus sueños.

En favor de ello, para honrar deudas universitarias se vio en la necesidad de trabajar en IBM.

En esta empresa trabajó como formador en el lenguaje de programación Fortran.

A partir de allí, la curiosidad de esta gran mujer se hizo sentir al conocer el mecanismo de trabajo de esta empresa.

Por cuanto, quienes programaban tenían que incorporar las instrucciones en el computador empleando uno y ceros.

En tal sentido, la labor era mucho más intuitiva que precisa y estructurada.

Lo importante para el momento era poder pagar la deudas contraídas con la Universidad y seguir trabajando en favor de la educación.

Ahora bien, el éxito de esta mujer fue mucho mayor en la empresa IBM al punto que allí laboró hasta su jubilación.

Sin embargo, siempre se mantuvo atenta al trabajo de IBM, una vez jubilada.

Conforme a lo anterior, Allen estudió en profundidad el lenguaje Fortran para luego explicarlo a sus estudiantes.

Aunque esta mujer científica comprendió el código fuente creado por John Backus.

En esta perspectiva, los compiladores funcionan como programas capaces de procesar lo escrito por humanos para transformarlo en lenguajes comprensibles para las computadoras.

No obstante, esta tarea no era nada fácil, requería de tiempo y esfuerzo.

En favor de ello, la curiosidad e inventiva de Frances Allen trabajó entorno a la compilación.

Una oportunidad de oro para Frances Allen

Frances Allen en el año 1959 tuvo la oportunidad de participar en el Proyecto Stretch/Harvest de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA).

Este equipo fue uno de los primeros computadores y Harvest era el procesador para este gran equipo que fue trabajado por la Agencia Nacional de Seguridad.

Recordando que estos equipos permitían entender los códigos y aprovechar la información.

Al mismo tiempo, trabajaron en la compilación que consideró tres lenguajes de programas principales: Fortran, Autocoder y Alpha.

Particularmente, el aporte principal de esta mujer ingeniosa junto a su equipo de trabajo fue crear un programa para escribir códigos que sean entendidos por los tres lenguajes para el Stretch.

Esta experiencia le permitió a Francés Allen tener una participación favorable entre IBM y la NSA.

La importancia de esta iniciativa fue exitosa durante catorce años, hasta que se dió un cambio en el año 1976.

La fórmula del éxito de Francés Allen

Las labores de Francés Allen siempre estaban pensadas en buscar que los compiladores fucionaran lo mejor posible de manera rápida y segura.

Es por ello, que desde su sitio de trabajo IBM su meta siempre fue lograr que los programadores que trabajaran con compiladores elaboraran programas nada complejos para que pudieran ser compatibles con ordenadores reales.

Al respecto, uno de los tantos legados de esta gran mujer al servicio de la humanidad es que junto John Cocke pudo escribir varios documentos.

Estos documentos trataban sobre el equilibrio entre la facilidad de creación de un programa manteniendo la eficiencia y rapidez.

Por hoy estos documentos, siguen siendo analizados y revisados como parte de los marcos de referencia en materia de programación en informática.

Al mismo tiempo, estos conocimientos son parte de la programación en las computadoras, smartphones y demás equipos.

En pocas palabras, hoy en día los equipos actúan desde la instrucción del usuario permitiendo agilizar y gestionar la información de la mejor manera.

Aportes con sello de mujer

A partir de la historia prodigiosa de esta mujer surge la pregunta ¿El talento nace o se hace?.

Podría decirse que el talento se hace, tal vez se trata de saber aprovechar las oportunidades.

En favor de ello, lo que inicialmente se pensó que era un trabajo eventual para cubrir deudas terminó siendo la mejor oportunidad de su vida.

Hablar de la historia de esta gran mujer es considerarla como un ejemplo de empoderamiento, comprometida con el bien común y desarrollo de las ciencias informáticas.

No cabe duda, que por más de treinta años logró marcar un precedente al ser mujer y a través de su liderazgo resolver un problema desde el ingenio y conocimiento.

Recordemos que el mundo de la informática siempre ha estado muy influenciado por la presencia de hombres.

Sin embargo, gracias al equipo de trabajo de esta mujer de ciencia se logra establecer un antes y un después en esta área del conocimiento.

El trabajo de esta mujer fue honrado en varios momentos, en 1987 fue elegida como miembro de la Academia Nacional de Ingenería en los Estados Unidos.

Posteriormente, fue miembro de IEEE y del Computer Science and Telecommunications Board.

Formó parte de la Academia Americana de Artes y Ciencia en el año 1994, obtuvo en el año 2002 el Premio Augusta Ada Lovelance de la mano de la Asociación de Mujeres Informáticas.

Logros

Aunque uno de los mayores logros obtenido fue su Doctorado Honorario en Ciencias en el año 2009 en la Universidad McGill de Montreal.

Dentro de los reconocimientos que obtuvo en vida esta gran mujer inteligente fue en 1989 cuando se le reconoció como la primera mujer IBM Fellow.

De conformidad con este título se lo entregó IBM, y en el año 2006 le fue conferido el Premio Turing.

Es importante destacar, que el Premio Turing es similar al Premio Nóbel pero va más relacionado al área de informática.

Aunque el mayor sueño de esta luchadora e ingeniosa dama, es que existan más oportunidades para mujeres en el campo de la computación, ingeniería y matemáticas.

Carolina Chapellin admira las mujeres que dedican sus vidas a hacer grandes aportes a las ciencias.

Finalmente, esta gran mujer falleció el mismo día de su cumpleaños a los 88 años de edad en el año 2020, lastimosamente padeció Alzhéimer.