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Violeta Parra una voz de América

La música latinoamericana tiene grandes exponentes  que son referencia en todo el mundo, tal es el caso de Violeta de la Parra.

Esta mujer promotora del folclore nació un 4 de octubre de 1917 en la localidad de San Carlos en Chillán.

Violeta Parra es reconocida como una gran cantante en Chile; fue hija de Nicanor Parra y Clara Sandoval.

El señor Nicanor Parra fue un destacado docente de educación primaria y también talentoso folclorista. Esta famosa cantante inició sus estudios en Lautaro y Chillán.

El talento, creatividad y arte se harían sentir desde muy temprana edad, desde su niñez descubrió un amor infinito por la cultura de su país.

De igual manera, en el año 1934 se matriculó en la Escuela Normal aunque allí no duró mucho tiempo; años más tarde contrajo nupcias con Luis Cereceda.

Luego de esta unión matrimonial tuvieron dos hijos Ángel e Isabel, aunque ellos usan el apellido de la madre.

 

Una carrera que inicia

La habilidad, el arte de componer y la sensibilidad por la música sería iniciada por su padre, se dice que a los escasos nueve años ya inició a tocar la guitarra y empezando la adolescencia empezó a crear sus primeras letras.

Violeta Parra decide emprender un camino a Santiago, y allí empezaría su carrera junto a su hermana Hilda con quien conformó un grupo llamado Dúo hermanas Parra.

Uno de los primeros eventos donde lograría una importante participación sería en el Teatro Baquedano en el año 1942 donde se dio a conocer.

Luego de un tiempo emprendió viaje a Valparaíso donde descubrió sus verdaderas aptitudes, motivaciones y vocación.

Es importante destacar, que Violeta Parra pudo descubrir desde el contacto y cercanía con las personas de su país las realidades, así que eso la inspiró a componer letras.

En tal sentido, la música popular fue donde encontró su mayor identificación en cuanto a género se refiere.

A principios de la década de los años cincuenta visitó muchos lugares vulnerables de la ciudad capital chilena.

Así mismo concurrió a minas y poblaciones agrícolas donde tomó algunas letras desconocidas  que difundió  posteriormente.

Cabe destacar, que una de las primeras instituciones que apoyaron la carrera musical de Violeta Parra fue la Radio Chilena donde pudo promover su talento a través de la programación.

El año 1954 fue muy significativo para la chilena puesto que recibió el premio Caupolicán, igualmente se casó con Luis Arce.

Es de hacer notar, que producto de ésta relación nació Carmen Luisa y Rosa Clara; ésta última falleció años más tarde.

Un mundo por recorren en Violeta Parra

Quizás la década de los años cincuenta fue de grato provecho para Violeta Parra, quien cerca del año cincuenta logró viajar a Europa.

Entre los países visitados se encontraría la antigua Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas, Italia, Francia y Finlandia.

La popularidad y fama de esta cantautora chilena la hizo presentarse en salas importantes como en la UNESCO a través de recitales, entre otras actividades de orden cultural.

Particularmente, en Francia alcanzó fijar temas del folklore de su tierra en un catálogo del sello Le Chant Du Monde.

Ya de vuelta en Chile logró grabar un primer álbum que se llamó El folclore de Chile.

En este álbum se honró muchas letras que son parte de la cultura de este país de los cuales se desconoce la autoría.

Violeta Parra también ocupó cargos importantes, por ejemplo fue directora del Museo de Arte Popular en la Universidad de Concepción.

La proyección de Violeta Parra se mantuvo en Europa, allí durante la década de los sesenta tuvo varias actuaciones.

Así mismo se destacó como artista plástica y logró exponer de manera individual en el conocido Museo de Louvre, incluso fue la primera latinoamericana en lograrlo.

Al respecto, gracias a tantos viajes y compartir con intelectuales de su país y del mundo la hicieron una mujer con una perspectiva amplia, notable en cuanto a conocimientos y visión general del mundo.

Sin embargo, su defensa y perspectiva siempre fue en favor de mejores condiciones para los más vulnerables de su amado país.

Una herencia musical que trasciende

Las artes, la música y el folclore quizás son las herencias más importantes que permanecieron en esta familia.

Así que devuelta a Santiago de Chile, en compañía de su hermano Nicanor Parra y los hijos del primer matrimonio crearon La Peña de los Parra.

Con el cual motivaron a su país con melodías reconocidas de la música propia de Latinoamérica.

No cabe duda, que hablar de Violeta Parra es recordarla como una mujer que supo amar la cultura pero sobre todo la música de su país.

Es así como logra promocionarlas en cada género como: parabienes, villancicos o incluso tonadas que cada una describen diversas emociones, historias y sentimientos propios de las realidades.

Grandes éxitos de Violeta Parra

Entre las obras más conocidas de Violeta Parra se pueden enunciar:

Casamientos de negros,  de igual manera, Yo canto la diferencia (1961); así como Una chilena en París (1965).

Otro de sus grandes éxitos son Qué dirá el Santo Padre (1965), el Rin del angelito (1966), así como Run run se fue pal Norte (1966).

Por otra parte, Volver a los diecisiete (1966); y Gracias a vida en el año 1966).

Otra gran producción  sería En Verso por despedida a Gabriela en el año 1957, como un recordatorio y homenaje a otra grande Gabriela Mistral.

A partir de estos reconocidos han sido reinterpretados por otros de la música como: Víctor Jara y Johan Baéz.

Gracias a la marea de emociones sentidas por su relación amorosa con Gilbert Favre quien era antropólogo y especialista en música logró hacer verdaderas joyas como: Qué he sacado de quererte, maldito corazón, El gavilán, gavilán, etc.

También sus letras quedaron plasmadas en libros como Poesía popular de Los Andes.

Los aportes de Violeta Parra a través de sus imponentes y fuertes letras dieron base a lo que se conoce como la Nueva Canción Chilena.

Violeta Parra una voz de América
Violeta Parra una voz de América

Otras facetas de la gran Violeta Parra

Definitivamente, el corazón, la mente, las manos y el espíritu de Violeta Parra como artesana y cultora se traducen no sólo a su faceta como cantante y compositora.

Violeta Parra también trabajó la cerámica, se destacó elaborando tapices, como ya se describió previamente hizo exposiciones individuales en reconocidos museos de la gran Europa.

Su música fue poesía, es motivo de inspiración para recordar un poco la historia de Chile sobre todo la vulnerabilidad de muchas comunidades en las décadas de los cincuenta y sesenta.

Entre sus versos más conocidos se puede destacar:

Amiga soy de la lluvia
porque es un arpa cantora
de alambres y de bordonas
que tuntunean con furia…

Lastimosamente, a lo largo de su vida, Violeta Parra sufrió un vaivén de emociones y sentimientos productos del amor y desamor.

Además siempre luchó por mejores condiciones para los más vulnerables, todo esa marea y serios problemas económicos la hicieron padecer de depresión.

Así que el día 05 d febrero de 1967, decide acabar con su vida antes de presentarse ante el público, fue un evento que conmocionó a todo el mundo.

Luego de su muerte ha sido recordada a través de sus letras en las voces de  otros grandes de la música que han mantenido en alto su nombre  en la actualidad.

Su música, arte, pasión y capacidad para entretejer a través de su arte historias y sentimientos la hacen una mujer destacada de la cultura, que es recordada en su país y Latinoamérica como una gran mujer.

Carolina Mirabal admira la gran trayectoria de esta mujer destacada como lo es Violeta Parra.

Finalmente, Violeta Parra vivió para hacer arte desde cada una de sus producciones movida por sus emociones, sentimientos pero sobre todo perspectiva de vida como mujer latinoamericana.

Consultado:

https://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/parra_violeta.htm

http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-7683.html